La matanza se ha consagrado como una tradición en muchos pueblos de Castilla y León. Hoy son muchas las ferias que la celebran, pero muy pocas las que alcanzan el éxito y nivel de la del municipio palentino de Villada.
Más allá de ser una de las citas más destacadas de la localidad, se trata de una feria pionera al ser la primera impulsada en Castilla y León, con más de un siglo de historia y que, según el alcalde del municipio, Manuel Gañán, se ha convertido en "la más importante de la provincia de Palencia".
El origen de la Feria de la Matanza de Villada se remonta a 1889, el año en el que el municipio celebró por primera vez su emblemática Feria de la Vieja en base a una leyenda, tal y como recoge el libro publicado en 1901 por el escritor Ángel Salcedo y Ruiz, en el que el autor narra la historia de la localidad.
Dicha leyenda tiene que ver con la señora doña Berenguela Cabeza de Vaca, considerada la última solariega de Villada, que poseía la mayor parte del pueblo, así como el lugar de San Juan de Grajera y el palacio de Villamuza.
Cuenta la leyenda que una vez que doña Berenguela cedió el señorío de Villada, la muerte le sorprendió. Al conocer que su vida se iba apagando, la protagonista optó por buscar un sacerdote que le ayudase a reconciliarse con Dios, puesto que, según la tradición, antes de presentarse ante "su divina Majestad", quería obtener el perdón de la Iglesia por no haberse portado siempre como una buena cristiana.
Entonces, un mensajero corrió a la parroquia de San Fructuoso de Villada en demanda de un clérigo. Sin embargo, ninguno quiso ir a Villamuza a asistir a doña Berenguela. Al conocer la noticia, esta se sumió en una tristeza inmensa, hasta que, al poco tiempo, decidió acoger a dos peregrinos que iban pidiendo refugio ante la proximidad de la noche, con la idea de aplazar la ira que Dios pudiese sentir hacia ella. Lo que no sabía es que eran sacerdotes, así que, cuando se enteró, logró confesarse con ellos y morir contenta en la paz del Señor.
En señal de gratitud, doña Berenguela cedió los pocos bienes que le quedaban, es decir, un censo contra el Ayuntamiento de Villada, a la Abadía de Carrión. Así, a partir de ese momento, el tercer día de Pascua tres benedictinos de Carrión iban cada año a Villada a cobrar la renta del censo, para lo que se celebraba una ceremonia conmemorativa.
Al llegar a Villada, estos se dirigían a la iglesia de San Juan de Grajera para testificar la posesión canónica del Santuario, bajando del altar mayor a la imagen de Nuestra Señora y conduciéndola procesionalmente hasta la parroquia de Santa María, donde los esperaba el clero y el Ayuntamiento para la ceremonia. Esta consistía en una solemne función religiosa, en la que el alcalde mayor entregaba a cada benedictino una onza de oro por el padrón, y que concluía con el regreso de la imagen a su ermita y una fiesta posterior basada en un refresco ofrecido por el Ayuntamiento.
La ermita desapareció, pero la ceremonia siguió celebrándose, años más tarde, bajo el nombre de Fiesta de la Vieja, en alusión a la Cuaresma, periodo en el que se festejaba dicha fiesta y representada con la figura de una anciana con siete patas, una por cada semana de Cuaresma.
Al decaer la celebración y el cumplimiento de la Cuaresma, la Feria de la Vieja desapareció para ser sustituida en la misma fecha por la Feria de la Matanza. Una fiesta que a día de hoy se fusiona con las antiguas tradiciones de la Feria de la Vieja y en la que destacan actividades como la quema del cerdo o la imposición del blusón de mondonguero a un personaje público. Esta culmina con un pasacalles con cabezudos y la vieja de siete patas, así como con la procesión cívica del cerdo hacia la inauguración del recinto ferial, donde se pueden degustar y adquirir productos de calidad, algunos de ellos incluidos en la marca de Alimentos de Palencia o en la de Tierra de Sabor de Castilla y León.
Todo ello, junto con otras actividades culturales, hacen de la Feria de la Matanza un acontecimiento en sí mismo para la provincia de Palencia. Siempre se celebra el segundo fin de semana de marzo, coincidiendo con la mitad de la Cuaresma, y por eso, este 9 y 10 de marzo Villada festeja la XXII edición de su feria por excelencia. Lo hace con las mismas ganas e ilusión de cada año, pero con el deseo ferviente de seguir batiendo récords de afluencia. "Año tras año vamos viendo que la feria está creciendo y eso nos hace estar muy contentos. Los vecinos la reciben muy bien y los visitantes también. De hecho, el año pasado creemos que hubo unas 5.000 personas, cuando en el pueblo somos 800 habitantes. Viene mucha gente a pasar el día, disfrutar de las diferentes actividades, degustar los productos típicos del cerdo y también a conocer a los mondongueros", ha destacado el alcalde, Manuel Gañán.
En este sentido, el primer edil ha explicado que, como en ediciones anteriores, la actividad principal de este año es aquella que se celebra el domingo y en la que se quema al cerdo y se lleva a cabo todo el proceso posterior a la matanza, ante la atenta mirada de vecinos y visitantes. Si bien, la imposición de los nuevos mondongueros en un acto en el que se les viste con blusones característicos del municipio, también acapara gran parte del protagonismo.
"En la Feria de la Matanza de cada año se elige a un famoso y a una persona relevante del pueblo, a los que se nombra mondongueros con la entrega del blusón a modo de reconocimiento. Siempre escogemos a dos personas, que normalmente suelen ser hombre y mujer. Sin embargo, este año hemos elegido a dos mujeres, la cantante Helena Bianco como famosa y la periodista Beatriz Jarrín como persona relevante del pueblo, porque su abuelo era de aquí", ha explicado el alcalde.
Pero estos no son los únicos eventos que se van a celebrar en esta edición de la tradicional feria de la matanza de Villada. Estos se van a ver reforzados por otro tipo de actividades como la emblemática feria agroalimentaria. "También hay un teatro que habla de la feria que se celebraba antes en el municipio, actuaciones musicales y talleres para que la gente pueda disfrutar de un buen fin de semana", ha añadido Gañán.
Además, cabe destacar que entre las novedades de la programación de este año resaltan la actuación de Helena Bianco y la representación teatral de doña Berenguela, dos citas que, tal y como ha confirmado Manuel, aportarán a la Feria un extra de relevancia, cultura y diversión. Porque ese es el objetivo, que todo salga perfecto para que la feria vaya creciendo "cada año un poquito más", logrando, además, posicionarse como un evento destacado en la Comunidad e incluso en el conjunto nacional.