Alberto es un palentino de 50 años que afronta una nueva vida. El pasado 20 de octubre del año 2022, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Palencia le concedía el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho de una deuda que no podía asumir gracias a la Ley de Segunda Oportunidad. Se abría una nueva ventana en la existencia humana de nuestro entrevistado que cuenta, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, la pesadilla que ha tenido que vivir durante estos últimos años.
Una deuda que ascendía a los 26.633 euros. Todo, tras crear una empresa junto a un familiar. Solicitaron varios créditos de forma personal y otros a nombre de la empresa con el fin de invertir en el negocio y con la idea de hacer crecer la compañía. Sin embargo, los ingresos de la mercantil disminuyeron significativamente hasta el punto de no poder pagar los gastos y los créditos solicitados. Una situación que obligó a nuestro entrevistado a cerrar la empresa, quedándose con las deudas.
“Tenía muchos síntomas de ansiedad. También angustia. No podía pensar en otra cosa que en las deudas que acumulaba. Era una situación muy complicada. Únicamente pensaba en salir de ese agujero oscuro y zanjar todo el dinero que debía”, asegura Alberto, que prefiere mantenerse en el anonimato y que ahora ha abierto un nuevo negocio en Valladolid.
El origen de todo
“Mi vida era trabajar y trabajar. Hacía entre 12 y 14 horas por jornada laboral. No me faltaba el dinero para comer, pero llegaba muy justo a final de mes. Hace años me dedicaba a trabajar donde podía. En el campo, a la intemperie, haciendo rondas y un largo etcétera. Donde podía y me contrataban”, asegura el palentino.
Tuvo que cambiar su lugar de residencia. De Palencia a Murcia. Todo fue a peor hace unos cinco años. Junto a un familiar se decidió a crear una S.L. (Sociedad Limitada) que se dedicaba a los Eventos y Contratación de Artistas. Una decisión que, a la postre, y tras una amplia inversión, se tornó en fallida.
“Con el paso de los días me daba cuenta de que el dinero no daba de sí. Había que poner más y más y más… Hasta el punto de que tuvimos que pedir préstamos para sufragar conciertos y contratar artistas. Todo había que pagarlo por adelantado y, poco a poco, las deudas nos iban ahogando”, explica.
Esta situación, dura para todos, le llevó a sufrir un gran estrés y una ansiedad que le condujo a tomar una drástica decisión.
Un cierre y la Ley de Segunda Oportunidad
“Viendo que la empresa nos estaba poniendo en una situación muy complicada decidimos cerrar. Quebramos. No podíamos continuar con todos los pagos. Era imposible afrontarlos. Teníamos una deuda superior a los 26.000 euros y necesitábamos buscar una solución”, confiesa el protagonista de esta historia.
Por ello se informó y contactó con Repara Tu Deuda Abogados para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y que el juez, como finalmente ha ocurrido hace unos meses, le concediera el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho de una deuda elevadísima, a la que no podía hacer frente.
“Esta ley, y sobre todo, el equipazo de Repara Tu Deuda, me han sacado de este pozo sin fondo en el que estuve metido. Me ha ayudado al cien por cien, en todo momento, dándome otra oportunidad para que pueda empezar de cero y vuelva a vivir con normalidad. Sin deudas y estando al corriente”, añade.
Fue un proceso largo, de mucha lucha. De recopilar información. De llamadas de teléfono, de noches sin dormir. De reuniones con la mediadora concursal. “Es un proceso duro y largo, pero, al final, ha merecido la pena”, asegura el palentino.
Una vida nueva
“En la actualidad vivo con mi pareja. Nos queremos mucho. He abierto un negocio en Valladolid y hace un par de meses me dieron el mayor regalo de Reyes posible: decirme que me habían concedido el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho de mi deuda. Ahora mismo estoy más relajado”, explica nuestro entrevistado.
Alberto ve la Ley de Segunda Oportunidad como “una de las cosas más positivas que se han podido crear” para “casos reales” y “verdaderamente necesarios” en los que personas como él “han necesitado ayuda”.
Ahora, su objetivo en el corto y medio plazo de tiempo pasa por “tener fuerzas para continuar con el comercio que regento” con el fin de “sacarlo adelante” y el deseo es el de “irme de este mundo junto a mi actual pareja habiendo disfrutado de todo juntos”.
Comienza así una nueva vida para Alberto.
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