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Hablar de alguien que se dedica a la pintura es pensar de inmediato en una persona que pinta cuadros. Y lo cierto es que esta arte plástica es mucho más que eso, ya que, aunque gran parte de la sociedad lo desconozca, permite explorar un sinfín de mundos, a veces inimaginables, como por ejemplo el audiovisual. 

Puede sonar disparatado, pero lo escénico comparte una estrecha relación con la pintura, pues el sector precisa de especialistas en esta disciplina para dar un toque esencial de realismo a los decorados que conforman los escenarios de una película, serie o incluso anuncio publicitario, entre otros proyectos.  

Aunque no se les vea ni la inmensa mayoría de los espectadores sepa de su existencia e implicación en un trabajo de este tipo, sin ellos un gran número de proyectos no podrían presumir de ofrecer decorados tan espectaculares. 

En España hay varios, pero no todos han conseguido llegar tan lejos como lo ha hecho la protagonista de este reportaje. Ella es Rut Villamagna, una mujer de 46 años, natural del municipio leonés de Villamañán, que desarrolla su actividad profesional en Londres desde el 2011.  

Rut Villamagna pintando el cohete de 'The Flash' @rutvillamagna Instagram

Tras muchos años de esfuerzo, dedicación y profesionalización, hoy presume orgullosa de haber trabajado para cineastas como Tim Burton, Guillermo del Toro, Ridley Scott, J.J Abrams y Wes Anderson, entre muchos otros.

También en producciones cinematográficas entre las que destacan títulos como The Batman, la saga de Star Wars, Thor, Maléfica, Cinderella, Tom y Jerry, Guardianes de la Galaxia, El laberinto del fauno y The Muppets. Los objetos y criaturas más icónicas de cada una de ellas han pasado por sus manos. 

A estas se suman otras cintas como The Flash, Los secretos de Dumbledor, FrankenWeenie, Rogue One, Warcraft, Drácula, Lo imposible, o la última, Gladiator II, la segunda parte de una de las películas más míticas de la historia, que se estrenó el pasado 15 de noviembre en todas las salas de cine de nuestro país. 

Tal y como ha explicado la artista leonesa en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León, su trabajo en todas estas películas ha consistido en "pintar elementos de atrezo, es decir, las piezas que decoran el set de rodaje, que se fabrican y luego yo pinto para que parezcan reales".

Desde mobiliario, hasta elementos que llevan los actores o creaciones más grandes como una nave espacial. Pero también muñecos, criaturas, monstruos y hasta animales. 

Rut Villamagna junto al casco de Iron Man pintado por ella para la película @rutvillamagna Instagram

Así, mientras en Batman pintó elementos del traje y el coche del protagonista de la película, en Star Wars se encargó de pintar los sables láseres, las armas de los rebeldes, armas de los soldados de asalto, las armas icónicas de los personajes principales y también la réplica del halcón milenario que se hizo para las películas. 

Por su parte, en Gladiator II se ha dedicado a pintar todo el mobiliario del palacio, es decir, sillas, mesas, estatuas, tronos y bancos, entre otros elementos de impresión 3D; a los que daba una apariencia de estar hechos con mármol, granito o bronce, en función de las peticiones del diseñador. 

También los del circo romano, en este caso, águilas de oro, medallones colgados en paredes, escudos, cofres de piedra e incluso pieles de vaca para que parecieran de cebra o leopardo, y también la tela del traje del mono que acompaña a uno de los emperadores. 

Recuerda la experiencia como "muy gratificante y divertida" por volver a trabajar en una película de época, algo que no hacía desde hacía tiempo y, además, porque era su primera vez en un proyecto de ambientación romana con acabados más clásicos. 

Pero también "dura en ciertos aspectos", ya que el director quería que la mayoría de los decorados fuesen reales "y a veces teníamos que darnos mucha prisa para terminarlo todo a tiempo".

Estos tenían que ser trasladados a Malta, donde se rodó gran parte de la película, y el camión que lo transportaba venía "una vez a la semana". 

"A veces se producen retrasos y eso hace que los que vamos al final de la cadena tengamos que darnos más prisa. Aun así, disfruté muchísimo, estoy muy satisfecha con el trabajo que hicimos, que se ve muy bien y muy espectacular. Me gustaría mucho repetir la experiencia", ha expresado.

Pasión por el arte

La pasión de Rut por el arte viene "desde pequeñita". Entonces, ya le apasionaba dibujar y pintar, sobre todo cómics. Según fue creciendo, también fue desarrollando el gusto por la escultura e incluso llegó a experimentar con animación stop motion, a través de la cual hacía sus propias esculturas que luego animaba. 

Sin embargo, a la hora de elegir la carrera que estudiar, Rut se decantó por la Comunicación Audiovisual. La terminó e incluso estuvo trabajando de periodista "un par de años". "Pero enseguida me di cuenta de que no era lo mío", ha confesado. 

Entonces, se formó en animación en España y Reino Unido, al tiempo que hacía escultura y pintaba en su casa. 

Al tener claro que quería dedicarse a esto, se hizo "un pequeño portafolio" y empezó a enviar currículums a diferentes empresas, hasta que dio con una de escenografía que le hizo descubrir este mundo que tanto le apasiona y al que lleva años dedicando su vida. 

"Un día me llamaron de una empresa de escenografía y fue ahí cuando descubrí que podía dedicarme a lo mío, pero dentro del mundo del cine, en lugar de tener que pintar o esculpir para luego vender mis propias obras", ha recordado. 

Así que se estrenó en Barcelona y más tarde se mudó a Madrid, donde pasó varios años antes de fijar su residencia en Londres. 

En aquella etapa tuvo el gran privilegio de participar en importantes títulos como El laberinto del fauno en 2006, "mi primer proyecto grande", yen otras producciones tanto nacionales como extranjeras, como es el caso de Gordos o Lo Imposible. 

Y así, hasta que se mudó a Londres en 2010. "Empecé a buscar trabajo y a hacerme un nombre hasta que fui consiguiendo importantes proyectos. Me costó bastante porque no tenía contactos, pero poco a poco los fui haciendo", ha explicado.  

El primero de grandes dimensiones fue FrankenWeenie de Tim Burton, después dio el salto a Marvel como Los guardianes de la galaxia o Thor, y tiempo más tarde volvió a la animación, en calidad de pintora, con La isla de los perros como primer proyecto. 

Tras ello, decidió empezar a trabajar por su cuenta como 'freelance', siendo la última trilogía de Star Wars su primer trabajo como autónoma. 

Desde entonces, no ha parado de encadenar proyectos que incluso le han permitido colarse en producciones de Hollywood y hasta "elegir los proyectos en los que trabajo".

Pero no solo eso. Rut también ha pintado decorados para anuncios publicitarios y para videoclips de reconocidos artistas y grupos internacionales como Coldplay. 

Rut Villamagna con las guitarras que pintó para un videoclip de Coldplay @rutvillamagna Instagram

A estas alturas de su carrera, la cual suma 20 años en los que ha trabajado en decenas de películas, señala las de El laberinto del fauno y FrankenWeenie como las más especiales, por ser las primeras que realizó tanto en España como en Londres.

En cuanto a la primera, ha reconocido que "allí conocí como es el cine desde dentro", así como que esta supuso "mi primer crédito en pantalla", mientras que la de Tim Burton la define como "un triunfo para mí". 

"Me hizo ver que en Londres tenía la oportunidad de trabajar en grandes películas de Hollywood y fue muy especial explorar ese mundo", ha admitido. 

Por el contrario, asegura que la saga de Star Wars es el trabajo que más complicado le ha resultado, ya que, según recuerda, "había veces que tenías que hacer cosas rápido, para ayer, y además los acabados tenían que ser muy perfectos porque las películas tenían muchos primeros planos. Requerían mucho esfuerzo y calidad, pero afortunadamente se consiguió y quedó todo genial", ha explicado. 

"Más apoyo"

Después de tantos años en el cine, ahora a Rut también se le ha despertado el interés por "diseñar un poquito más", algo que piensa explorar en 2025. Un año en el que tiene previstos varios estrenos en los que ha estado trabajando en los últimos meses. 

Es el caso de Sonic 3, Mickey 17, un filme de Bong Joon-ho, el cineasta coreano que dirigió Parásitos, consiguiendo con ella varios Oscars; así como otra película en la que ha trabajado en el departamento de criaturas. 

Todo ello, compaginado con proyectos personales y pequeños encargos que también suelen ocupar parte de su día a día, además de su academia virtual, en la que impartes cursos relacionados con su oficio.

A todo ello se suma también su misión de intentar dar visibilidad a su profesión, ya que, a su juicio "la gente apenas sabe que existe este trabajo", ha confesado. 

"No creo que esté reconocido, la gente cuando ve una película piensa que gran parte de los decorados son reales y que el otro tanto es digital. Por eso, creo que se debería dar más visibilidad a este tipo de profesiones, para que se reconozca lo que hacemos y para que la gente joven sepa que se puede dedicar a esto", ha expresado. 

En este sentido, Rut ha confesado que ella intenta aportar su granito de arena a través de su podcast, llamado Alkemist Podcast, donde, precisamente, intenta dar a conocer las profesiones artísticas del cine que pasan más desapercibidas y mostrar su realidad a través de invitados españoles que comparten cuál ha sido su papel en una determinada película y anécdotas del rodaje de la misma. 

Si bien, también pide la ayuda de las administraciones para que se vuelquen con la causa y "empiecen a apoyar más este tipo de trabajos, también con formaciones más allá de lo clásico, es decir, desde relacionadas con la construcción de decorados, a atrezo y efectos especiales, por ejemplo". 

Rut reclama que diseñen carreras o especialidades dirigidas a todos estos ámbitos, desde Bellas Artes "e incluso desde Arquitectura", ha añadido. "Es algo importante que hay que fomentar a tope y en España no nos hemos dado cuenta", ha afirmado. 

Rut Villamagna pintando Hogwarts Owl Lecturn para 'Harry Potter'

Del mismo modo, la artista también se ha referido a las medidas que un país como España, "con estudios, exteriores y una red de profesionales increíbles y perfectos para un rodaje", debería tomar para que las productoras de Hollywood lo elijan como escenario para rodar sus películas. 

"Es una industria que da mucho dinero y genera mucha riqueza y por eso me gustaría que los gobiernos españoles se diesen cuenta de su importancia y, por tanto, que apoyaran más ventajas y exenciones fiscales para que productoras de películas de grandes presupuestos se animasen a ir", ha apuntado. 

Sin duda, una propuesta muy "interesante y atractiva" que, según ella, beneficiaría económicamente a España. Y en gran medida. ¿Recogerán este guante las administraciones públicas?