Elena F. Gordón / ICAL
“Los niños tienen que ser protegidos con la vacunación. Tenemos que seguir porque si no, no vamos a controlarla por mucho que desaparezca de las portadas de los periódicos y de los telediarios”. Es uno de los mensajes lanzados hoy por los expertos en las XIII Jornadas de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que se celebran en León.
Las cifras de adolescentes vacunados contra el coronavirus en España son muy elevadas -más del 90 por ciento- pero las de los niños de cinco a once años son desiguales y mientras comunidades autónomas como Galicia, Extremadura, Castilla y León y Asturias presentan un porcentaje de más de un 70 por ciento con una sola dosis, otras como Cataluña ofrecen cifras sensiblemente inferiores.
“No vamos a poder acabar con él, pero está totalmente demostrado que la enfermedad grave baja con la vacuna”, recalcaron antes de recordar que los niños, aunque en general presentan síntomas leves, no están exentos de casos graves o fallecimientos.
El coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la AEP, Francisco Álvarez, señaló que “los medios de comunicación y los políticos ha minimizado la epidemia y los padres se han conformado en creer que es benigna para los niños, pero pueden enfermar y hay que convencer a los padres de que es buena la vacuna”.
Una de las cuestiones sobre las que se puede trabajar, dijo, es para intentar conseguir que los progenitores no piensen que los efectos secundarios son peores que los beneficios. “Hay muy pocos anti-vacunas hay miedo-vacunas y la única forma de luchar es con información”, recalcó y recordó que el Ministerio de Sanidad ha cambiado la forma de valorar las coberturas de vacunación. Respecto a la aplicación a los menores de cinco años, se considera que su aplicación va a depender de la evolución que siga la pandemia.
Adolfo García Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes, de la Escuela de Medicina Icahn del Sistema de Salud Monte Sinaí de Nueva York (EEUU), afirmó que “los momentos pandémicos ahora no son tan duros como antes y la mayor contribución es que la mayor parte de nosotros tenemos inmunidad suficiente como para prevenir una enfermedad severa, fundamentalmente por la vacunación”.
Gripe
García Sastre expresó su deseo de que una de las cosas que se haya podido aprender de la pandemia es a estar más concienciados de lo que suponen las enfermedades respiratorias. “La gripe es una enfermedad muy dura. Si el COVID-19 ha causado seis millones de muertos, la gripe en diez años causa cinco millones de muertes. Necesitamos tener mejores medidas para disminuir esas cifras”, apuntó y recordó que también produce fallecimientos en niños y adolescentes.
“Se necesita una vacuna anual porque cambia anualmente y quizá podemos mejorarla, sobre todo, porque donde es menos efectiva es en las personas mayores, que son grupo de riesgo. Se trabaja para ser capaces de proteger contra variantes actuales, futuras y pandémicas. Son experimentos que llevan tiempo y la vacuna tiene distintos componentes y los ensayos clínicos son muy largos”, expuso.
Respecto a la posibilidad de que se pudiera vacunar conjuntamente contra la gripe y el COVID-19 dijo que todo depende de cómo se mantenga dentro de la población. Las vacunas de gripe son anuales y se administran meses antes de la temporada de gripe, recordó, y para que hubiera una para las dos enfermedades el coronavirus tendría que convertirse en estacional y precisarse cada año, por su mutabilidad o por su duración.
“Eso está todavía por ver. No estoy convencido de que vaya a haber necesidad de vacunas anuales contra el COVID-19. Si se necesitase una anual, sería más conveniente ponerlas a la vez”, argumentó.
El presidente de la Asociación Española de Pediatría, Luis Carlos Blesa, recordó que la vacunación es “una de las medidas preventivas más eficaces en la historia de la Medicina. Los pediatras y las enfermeras las consideramos como territorio propio y los datos de vacunación de España son la envidia de otros países”.
“Hay una necesidad evidente -y de ahí la trascendencia de este congreso- de una formación continuada. El avance es exponencial en este campo; epidemiológicamente hay cambios en las enfermedades que se combaten y hay que adaptarse”, añadió después de comentar que el Comité Asesor de Vacunas acumula 28 años de trabajo y comparte el conocimiento con las instituciones y con las familias, los pacientes y la sociedad.
Reivindicaciones
La AEP defiende un calendario “flexible, homogéneo y de máximos para todo el país· y no ve justificación para que haya diferencias entre comunidades autónomas, lo que genera -aseveran- una confusión evitable. También plantean, desde hace años, la creación de un Comité Nacional de Inmunización, como existe en países del entorno de España y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mascarillas en interiores
Respecto al abandono del uso de mascarillas en interiores se muestran partidarios de valorar las consecuencias negativas del tapabocas al tiempo que subrayan que es una medida preventiva muy eficaz y su retirada, dicen, debe hacerse cuando la situación epidemiológica lo permita.
Las XIII Jornadas de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría se celebran hoy y mañana en el Palacio de Exposiciones de León con la participación de un millar de profesionales y el acto de inauguración contó con la presencia de alcalde José Antonio Diez y de la directora general de Salud Pública, Sonia Tamames Gómez.