El incendio declarado ayer en Quintanilla del Coco (Burgos) que obligó a desalojar cinco pueblos de la comarca del Arlanza, afectó de forma importante a Santibañez del Val, un pequeño municipio de 53 habitantes, donde se quemaron 43 edificios, según asegura su alcaldesa Ana María García. Relata así la edil la situación vivida en las últimas horas, desde que ayer comenzaron a verse los primeros indicios de un incendio que se prevé que ya ha afectado unas 3.500 hectáreas en la comarca burgalesa, según informa Ical.
“Los tejados son de madera y se han hundido hacia dentro. Las casas son hornos” apunta, a la vez que explica que durante el día de hoy los bomberos trabajaban para evitar que este fuego se propagase por el resto de casas. “Es un estado de desolación”, afirma, mientras explica que se ha visto más afectado el pueblo de abajo y pone en valor la acción de los vecinos, que crearon un cortafuegos en el barrio de arriba. “En las primeras casas que se encendieron, fueron los vecinos pero les mandaron desalojar y no pudieron acabar el cortafuegos. De haberlo hecho, en la parte de arriba no se hubiese dañado nada”, lamenta.
En esta línea, la alcaldesa afirma que el cortafuegos llevado a cabo por los vecinos estaba funcionando “genial”, sin embargo la Guardia Civil los obligó a desalojar el pueblo y no pudieron acabarlo. “El fuego vino por el río, pasó a las casas y empezaron a prenderse. La peculiaridad de esas casas es que son adosadas, pero con vigas de madera que se comparten”, añade.
En el polideportivo de Salas de los Infantes, donde permanecen evacuados los vecinos de esta pueblo, algunos lamentan la situación y las pérdidas y aseguran que el suyo es el pueblo “más afectado” por este incendio.