Joseba, el cantante del Grupo Sirope, ha sufrido una "violenta" agresión junto a compañeros y familiares en El Barco de Ávila durante la noche del viernes 30 de agosto. El show transcurría con normalidad y el público estaba más que entregado. Sin embargo, unos jóvenes empezaron "a molestar tirando alcohol a los altavoces y subiéndose a ellos". Un hecho por el que el vallisoletano tuvo que llamarles la atención.
La situación, lejos de mejorar, iba cada vez a peor. El artista tuvo que, incluso, contar al público lo que sucedía y, bajo los aplausos de los allí presentes en apoyo a la orquesta, continuaron con el espectáculo. Lo que prometía ser una noche divertida de fiesta terminó convirtiéndose en una tragedia cuando el show finalizó. Aprovecharon que el cantante se iba para interceptarle por la espalda y comenzar con una "brutal" agresión.
"Eran tres o cuatro jóvenes de unos 25 años, aunque luego se fueron uniendo más. Estaban borrachos y eran fuertes, teníamos las de perder", afirma. Y es que lamenta que durante la actuación estaban "desnudos" porque "no había ninguna medida de seguridad, ni vallas ni distancia ni nada".
Una "brutal paliza" que no fue sólo contra él sino también con otros miembros del equipo como el técnico de sonido al que le rompieron las gafas. Y el peor parado, sin duda, fue la pareja de su madre quien, por intentar defenderlo, terminó "inconsciente en una camilla y ahora en silla de ruedas". La paliza fue tal que se lo tuvieron que llevar en ambulancia, a la que también tuvieron que esperar "casi una hora" mientras estaba "tirado en el suelo porque le dieron con una barra de hierro y le rompieron las costillas" y también "le rompieron varias botellas de cristal en la cabeza".
"La ambulancia tardó una hora en llegar y eso que había centro médico por allí. Los agentes de la Guardia Civil tampoco podían hacer nada mientras nos linchaban porque sólo eran dos. Tuvimos que esperar un buen rato a que llegaran los de El Barco de Ávila, algo que es incomprensible. Hicimos lo que pudimos", lamenta.
Una agresión "muy violenta" que denunció a la Guardia Civil según había sucedido y que ahora hace pública para "que no le ocurra a nadie más". Y, sobre todo, con el fin de dar eco a una problemática que sufren los integrantes de las orquestas que cada día reúnen a miles de personas en los pueblos y "no hay ningún tipo de medida de seguridad" dejándoles "completamente desprotegidos".
Asimismo, lamenta que hoy en día "no se puede decir nada" porque, cuando lo dicen, la gente "se ofende" y suceden este tipo de situaciones desagradables que podrían haber acabado en una tragedia aún mayor. "La gente está muy brava. Esto se debería controlar porque no se está cumpliendo con las normas y los ayuntamientos tienen que poner de su parte. Debe haber una protección material y personal. Lo hemos pasado muy mal", sostiene.
Un grupo vallisoletano que ha vivido una terrible noche de viernes que nunca recordará y un cantante que "nunca había experimentado una situación así en 25 años de profesión". La orquesta ha tenido que cancelar la actuación prevista para esta noche en Burgos, "con el perjuicio económico que eso genera".