En plena comarca de El Barco de Ávila-Piedrahíta, a los pies de la Sierra de Gredos, se levanta el municipio abulense de Hoyos del Espino, de algo más de 300 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este pequeño pueblecito, además de sus encantos naturales por el incomparable paraje en el que se ubica, guarda verdaderos tesoros en sus rincones.
Uno de ellos es un hostal-restaurante que se inauguró en los años 70, concretamente en 1978. Respeto por la gastronomía y la tradición, que se funden con la innovación de la nueva cocina y la vanguardia de la mano de su chef, César Hinojal Martín, uno de los culpables de que su arte culinario haya sido reconocido por la prestigiosa Guía Michelín entre los restaurantes con mención este 2024.
El hostal-restaurante Miras de Gredos es uno de estos establecimientos que, sin tener una estrella o ser Bib Gourmand, también merecen tener un reconocimiento por parte de Michelin. Desde sus orígenes, han centrado sus esfuerzos en evolucionar, con especial incidencia en una atención al cliente exigente, tanto a través de las papilas gustativas con una cocina elaborada como por un servicio de mesa impecable, según destacan en su página web.
El propio nombre, Miras de Gredos, ya nos invita a pensar cuál puede ser uno de sus grandes atractivos, que no es otro que mientras se disfruta de una cocina tradicional con los toques de innovación puedas hacerlo con el ojo puesto hacia la Sierra de Gredos, uno de los conjuntos glaciares mejores conservados en el sur de Europa.
Con capacidad para cerca de 60 comensales, nos ofrece una amplia carta que combina desde las típicas e inconfundibles patatas revolconas o judías blancas del Barco de Ávila, un fijo de la zona, hasta un foie mi-cuit artesano o un ravioli de morcilla. Por supuesto, no se olvidan de la ternera de Ávila e incluso podremos hacer un viaje sensorial hasta Galicia a través de los pescados traídos directamente desde sus costas.
El chef César Hinojal cuenta con una reputada carrera con diversos reconocimientos, además de la mención en la Guía Michelin y formación en restaurantes con estrellas. Él, junto a sus dos hermanos Luis y César, es quien a día de hoy gestiona las Miras de Gredos, que abrió sus puertas de las manos de Inmaculada y Luis ahora hace ya casi 50 años. Un establecimiento familiar que sigue manteniendo sus raíces con el toque de lo contemporáneo.
Por supuesto, en su amplia carta se puede ver su evidente apuesta por lo local. Los embutidos de la Sierra de Gredos y los quesos artesanos encabezan una lista que despertarán nuestros sentidos culinarios, con precios que van de los 12 a los 26 euros y que se pueden acompañar con un pan con tomate por tres euros.
El estómago se podrá ir llenando con una ensalada de temporada, unas manitas de cerdo con quicos y chipirones a la plancha o un carpaccio de solomillo ibérico, aliño suave y queso curado. Nuestra cartera no desembolsará más de 23 euros por plato en esta sección.
Se podrá continuar con cualquiera de los clásicos como las patatas revolconas o las judías blancas del Barco de Ávila (cuentan con un premio entre sus reconocimientos por cierto), o unos guisos de carrilleras de ibérico estofadas al Pedro Ximénez o callos, morro y pata al estilo tradicional con un toque de picante, para darle ese aire más rebelde. Por supuesto, también hay espacio para los platos dedicados al huevo, uno de los ingredientes favoritos del chef, que los elabora con jamón ibérico y patatas fritas o hace unos huevos rotos con setas y jamón, patatas panaderas y verduras de temporada.
Para quien le quede hueco, hay carta dedicada a los pescados y las carnes a la parrilla, como el lomo de bacalao al pilpil con tomate confitado o un lomo alto (chuletón sin hueso fileteado), patatas y pimientos, que no puede faltar en una visita a la provincia abulense. Si eres más de asados, puedes optar por un cochinillo confitado.
Además, para los más dulzones, el postre lo elaboran en su propio obrador. Aunque, en este caso, la disponibilidad va en función de la temporada y el mercado.
No obstante, por 40 euros también tienen preparado un menú tradicional para quien no quiera pensar mucho que pedirse y para los más sofisticados podrán optar por un menú degustación pagando 75 euros.