El veranillo de San Miguel, el típico aumento de temperaturas temporal que tiene lugar durante el otoño, ya ha llegado a Castilla y León.
Aunque su duración será más corta y menos intensa que en años anteriores, ha sido muy bien recibida por gran parte de los castellanos y leoneses, teniendo en cuenta que ha llegado justo después del paso de la borrasca Aitor.
Lo ha hecho este domingo de la mano de una notable mejoría del tiempo, manifestada a través de una subida generalizada de las temperaturas, que han llegado hasta los 25 grados en diferentes puntos de la Comunidad, y también con cielos totalmente despejados en provincias como Valladolid y Salamanca.
Y es que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en los próximos días algunas provincias podrían alcanzar incluso los 28 grados.
Las provincias que registrarán las temperaturas más altas serán Valladolid, Salamanca y Zamora, donde se esperan máximas de 28 grados; Palencia con 25 grados, Ávila y Segovia con 24 grados; y Burgos y León con 23.
Por su parte, las mínimas rondarán entre los 10 y los 15 grados.
Las previsiones de la Aemet apuntan a que el buen tiempo se mantendrá en toda la región, previsiblemente hasta el miércoles.
Será entonces cuando los termómetros vuelvan a desplomarse en todas las provincias de la Comunidad, las cuales volverán a situarse entre los cinco y diez grados de máxima.