Castilla y León está repleta de pueblos. Pequeñas localidades que, más allá de su belleza, tienen mucho que contar. Lugares en los que parece que no pasa el tiempo y siguen recordando a viejos momentos de la historia.
Esta es, sin duda, una Comunidad con grandes lugares que visitar. Quizá muchas personas no lo sepan, pero hay ocho pueblos que son los más antiguos de España y, casualmente, cuatro de ellos pertenecen a Castilla y León.
Seguramente conozcas alguno de ellos, o todos, y puede que también en esta lista se encuentre tu pueblo. Por tanto, te presentamos los cuatro pueblos de Castilla y León que forman parte del ranking de los más antiguos de España:
Brañosera (Palencia)
El primero de ellos es Brañosera. Una localidad palentina que acumula años y años. Tal es así que es el más antiguo de España. Fue fundado en el año 824. Cierto es que hay zonas que han estado habitadas antes, pero no contaban como entidad jurídica. Es el primero con algo parecido a un ayuntamiento.
Se ubica en la Montaña Palentina, un lugar muy especial para los castellanos y leoneses. No solo destaca su belleza o esencia que aún perdura, sino que es considerado el primer Ayuntamiento de España. Fue el 13 de octubre del año 824 cuando el Reino de Asturias le concedió a Brañosera la primera carta puebla de la que hay constancia en el país.
Está rodeado de bosques donde destaca el acebo, el tejo, los robles o los hayas. Todo un paraíso para los amantes de la naturaleza. Además, este pueblo palentino aún conserva casas tradicionales que se construyeron en madera de roble y piedra. Llaman especialmente la atención la Iglesia de Santa Eulalia y la Ermita de San Miguel. En definitiva, un lugar de ensueño para perderse y disfrutar con todo lo que la historia tiene que ofrecer. Porque Brañosera es, sin duda, mucho más que un pueblo, es un lugar repleto de vida, cultura y acontecimientos importantes.
Sepúlveda (Segovia)
Continuando con esta ruta por los pueblos más antiguos de España, nos topamos con Sepúlveda. Una villa medieval rodeada por los ríos Duratón y Caslilla. Un entorno entre hoces y barrancas en la provincia de Segovia. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico desde el año 1951.
De su entorno cabe destacar el Parque Natural de las Hoces del Duratón con 25 kilómetros de cuenca. Cuenta con un gran tesoro histórico y artístico gracias a la situación estratégica de la villa. Todavía conserva un poco de su esencia como el Arco de la Villa, Puerta de la Fuerza, El Azogue, Ecce-Homo y del Río.
Sus calles presentan un gran sabor medieval que hace que se las personas que acudan puedan disfrutar de templos como la iglesia de El Salvador, la de San Bartolomé o la de Santiago. Recorrer sus calles y caminos te hace adentrarte en sus historia, secretos, palacios y descubrimientos. En definitiva, una visita obligada para todos los que acuden a la Comunidad porque, quien descubre la localidad, se llevará un recuerdo para toda la vida. Esta zona segoviana tiene mucha relación tanto cultural como geográfica con la Sierra Norte de Madrid.
Calatañazor (Soria)
Este pueblo soriano está encaramado a un cerro desde el que se contempla el curso del río Abión. Un lugar que preserva en gran estado su fisionomía de arquitectura tradicional y un trazado muy similar a cómo era en la Edad Media.
Sus calles pedregosas contienen unas casas muy curiosas con muros de piedra, y balcones, vigas, ventanales y salientes en madera. Calatañazor alcanzó una gran importancia en la época de la Reconquista, ya que era una zona de paso entre territorios musulmán y cristiano. Tiene una calle principal que enlaza la Plaza Mayor con la base del Castillo.
La historia de Calatañazor se remonta a diez siglos atrás a época ibérica, aunque en otra ubicación situada a 1 kilómetro al suroeste en el Cerro de los Castejones. Uno de los sitios que merece una parada es la ermita de San Juan Bautista y otra es la ermita de la Soledad, del siglo XII. Uno de los sitios que más llama la atención de los visitantes es la muralla. Se puede acceder a ella por la calle Real y aún se conserva gran parte del perímetro.
Por otro lado, también está el Castillo de Calatañazor, ubicado en la parte más alta de la villa. Desde la torre del homenaje podrás descubrir las magníficas vistas del Valle de la Sangre.
Peñafiel (Valladolid)
El último pueblo se ubica en la provincia de Valladolid. Peñafiel es una villa histórica que fue repoblada en el año 912. Está a 56 kilómetros de la capital y en pleno valle del río.
Uno de sus grandes atractivos turísticos es el castillo con el que cuenta, que puede verse desde cualquier punto e, incluso, sin haber llegado a la localidad. Tal es su belleza que está declarado Monumento Nacional. Tiene 210 metros de largo y 20 de ancho. La torre del homenaje cuenta con 34 metros de altura y se ubica en el centro del recinto.
Otro de los grandes espacios espectaculares de la villa es la Plaza del Coso, donde en Semana Santa tiene lugar la tradicional Bajada del Ángel. También allí se encuentra el Centro de Interpretación.
Por supuesto, destaca por ser un lugar especial para los amantes del vino y del enoturismo. Y es que alberga el Museo Provincial del Vino, además de contar con múltiples bodegas donde se puede conocer el proceso de elaboración del mismo y degustar este producto tan típico de Castilla y León.