La guerra abierta en lo poco que queda de Ciudadanos está siendo brutal. Tras reproches y acusaciones, ahora la dirección del partido naranja estudia sancionar a Edmundo Bal y Francisco Igea por sus acusaciones sobre las intenciones de la formación de guardarse el dinero para lograr que el secretario general del partido, Adrián Vázquez, revalide su escaño de eurodiputado el año próximo en las elecciones europeas, y así no presentarse a las generales. Una situación que ha provocado que el único procurador de la Cortes de Castilla y León por Cs salga de nuevo a escena para echar más leña al fuego.
“La dirección mi partido al parecer y no se ha desmentido por parte de ellos, tiene la intención de expedientarnos o de expulsarnos, no sé muy bien cuáles son los motivos, aunque no es una cosa que me sorprenda. No es la primera vez que me lo dicen, que intentan forzar mi silencio y de no comparecer ante los medios a dar explicaciones cuando yo creo que es una de mis obligaciones como representante”, ha criticado mientras ha afirmado que después de comprobar sus declaraciones en ningunas de ellas ha faltado el respeto a nadie. “Solo están orientadas básicamente a exigir responsabilidades a la dirección del partido, porque creo que un partido político que tiene un resultado en 6 comunidades por debajo del 1% en otras 5 entre el 1 y el 2% y solamente en una por encima del 2% debería de asumir responsabilidades”, ha recordado después de repasar los datos de las pasadas elecciones autonómicas. “He defendido el honor de mi partido en 4 procesos electorales y los ciudadanos siempre me han dado su confianza. No me defenderé. No me callaré”, ha comentado. “El resultado es que solo queda un procurador autonómico en este ciclo actual y es este que les habla, en mi partido querrán seguir teniendo un procurador autonómico o quizás no”, ha dejado en el aire.
Igea ha desvelado que en una reunión mantenida con la dirección nacional, además de solicitar que no hablara con la prensa, le insinuaron el dejar el acta de procurador por el partido. “Y yo le dije que esa petición me la hicieran en público, porque tienen que entender los votantes de Cs en la situación que se encuentra ahora el partido y lo que se está haciendo. No puede pensar nadie que yo voy a renunciar a mi obligación de representar a quienes nos votan”, ha asegurado.
Asimismo, Igea manifestó en una entrevista en este periódico que a Cs solo le quedaban 6 millones de euros y una franquicia, algo que también ha molestado en el seno del partido nacional. “No sé lo que quedará o no, pero ayer miso he solicitado al partido vía formal que no se convocase un Consejo General especial para nombrar a tres personas miembros del comité económico que son quienes van a aprobar o no aprobar las cuentas, ya que creo que las cuentas se tienen que aprobar en público y todos tenemos que conocerlas. Por eso he solicitado formalmente vía email al presidente del partido y al Comité de Garantías que esta elección no se hiciera porque entendíamos que era contraria a los estatutos”, ha afirmado. Y ha pedido a un partido que “presume de trasparencia” que dé a conocer las cuentas. “No sé si le quedan seis millones de euros, pero lo que me temo que es que no vamos a saber nadie cuánto queda ni cómo se gasta”, ha contestado a la prensa después de la sesión de control celebrada en las Cortes.