El acuerdo in extremis entre Sumar y Podemos para presentarse en coalición a las elecciones generales del próximo 23 de julio, anunciado este viernes por la dirigente de la formación morada, Ione Belarra, ha abierto una ventana de esperanza para la izquierda alternativa en Castilla y León. El espacio de los partidos a la izquierda del PSOE lleva sin lograr ningún escaño en la Comunidad desde las elecciones generales de junio de 2016, ya que en las dos últimas citas electorales de 2019 Unidas Podemos se vio sobrepasada por el empuje, primero de Ciudadanos y después de Vox.
La decisión de las dos formaciones de concurrir finalmente unidas bajo la misma papeleta, que como se conoció este viernes llevará la imagen de Yolanda Díaz en la misma –emulando la estrategia de Podemos en las europeas de 2014– ha supuesto un soplo de aire fresco para un espacio político que confía en que el carisma y el legado de la vicepresidenta y ministra de Trabajo permita que Sumar recupere la tercera plaza de la Comunidad que ya ostentó Podemos, y después Unidos Podemos, en 2015 y 2016.
Convertirse en la tercera fuerza política de la región, superando a Vox, al menos en algunas circunscripciones, será condición sine qua non para que la nueva coalición obtenga algún representante en Castilla y León y aleje el recuerdo de los pobres apoyos de la extinta coalición en las dos últimas generales. Con todo, la Comunidad no es terreno fácil para la implantación de Sumar.
Castilla y León es una comunidad autónoma sociológicamente conservadora y el empuje del espacio político de la izquierda alternativa en el ámbito rural ha sido siempre testimonial. Un entorno rural que goza de gran importancia a la hora de determinar el número de escaños que alcanza cada formación en Castilla y León y en el que el PP, y el PSOE en menor medida, cuentan con una inamovible hegemonía. La ley electoral es el otro gran hándicap para la formación de Yolanda Díaz.
Las provincias de Castilla y León reparten un número modesto de escaños, siendo Valladolid en la que se encuentran más asientos en liza, un total de 5. La siguen León, Burgos y Salamanca, con 4 cada una, Zamora, Palencia, Segovia y Ávila, con 3, y Soria, con tan solo dos. Sumar podría llegar a tener opciones realistas de obtener un escaño en las circunscripciones de Valladolid, León y Burgos –precisamente donde Podemos y Unidos Podemos lograron representante en 2015 y 2016– ya que Salamanca es un feudo conservador inexpugnable.
En Zamora, la popularidad del único alcalde de Izquierda Unida de España, Francisco Guarido, y la estrecha relación de la histórica formación de izquierdas con Sumar –de hecho, Yolanda Díaz es militante del Partido Comunista de España (PCE)– podría también generar un contexto favorable para la formación, aunque el escaso número de escaños a repartir, y las grandes variaciones que suelen producirse entre el voto en las municipales y en las generales en la provincia zamorana, hacen prever que Sumar lo tendrá difícil para abrirse hueco. En el resto de provincias las opciones del nuevo partidos son ínfimas.
El espejo de los resultados de 2015 y 2016
Las elecciones generales de diciembre de 2015, en un contexto de crecimiento imparable de Podemos tras su irrupción en las elecciones europeas del año anterior, supusieron el mayor éxito histórico de la izquierda alternativa en Castilla y León. La formación morada, que se presentó en solitario ya que Izquierda Unida acudió a las urnas como Unidad Popular (UP), se convirtó en la tercera fuerza de la Comunidad con 225.824 votos, más de un 15%, y tres escaños al Congreso de los Diputados.
En la circunscripción de Valladolid fue elegido diputado Juan Manuel del Olmo, en la de Burgos Miguel Vila y en la de León Ana Marcello Santos. La repetición electoral de junio de 2016 no redujo la capacidad de la izquierda, representada ya en la coalición Unidos Podemos (UP), tras sumarse Izquierda Unida, y la nueva formación mantuvo la tercera plaza, logrando 223.727 votos, un 15,5%, y a los tres diputados en el Congreso por Valladolid, Burgos y León.
Pero la alegría de la izquierda alternativa en la Comunidad no duraría mucho. Las luchas internas en el partido que terminarían desembocando en la escisión de Más País, la cuestionada postura del partido hacia el proceso independentista catalán y el hiperliderazgo de Pablo Iglesias, entre otros factores, terminaron por lastrar a una formación que perdió todos sus representantes en las elecciones de abril de 2019. UP pasó a ser quinta fuerza de la Comunidad, viéndose superada por Ciudadanos y el emergente Vox, con 157.338 votos, poco más del 10%.
Un declive que se confirmó en la repetición electoral de noviembre, en la que Podemos siguió bajando hasta los 129.681 votos, un 9,44% de los apoyos en la Comunidad, y no logró representación. En aquella ocasión ascendió a la cuarta plaza, ante el descalabro aún mayor de Ciudadanos, pero quedó lejos de los 230.743 votos y seis representantes de Vox en su momento de mayor crecimiento. Sumar aspira a transmitir a los ciudadanos de la Comunidad la ilusión y la esperanza que logró trasladar el primer Podemos, y que permitió que ese espacio tuviese representantes de Castilla y León en el Congreso.
Unas candidaturas aún por definirse
Las candidaturas de Sumar en Castilla y León están aún por definirse y la nueva formación tiene de plazo hasta el próximo 19 de junio para concretar que personas encabezarán las listas en las provincias de la Comunidad, una vez quedó rubricado el acuerdo para conformar la coalición este viernes. En Valladolid, Sumar cuenta con un importante activo en la figura de la catedrática de Derecho Marina Echevarría.
Echevarría fue coordinadora del grupo de trabajo de derechos LGBTI de Sumar durante su proceso de conformación y fue la encargada de presentar a Yolanda Díaz durante su puesta de largo en Valladolid el pasado 4 de febrero. Su cercanía a la líder de Sumar hace prever que pudiera formar parte de la candidatura en Valladolid, aunque todo está por decidir.
La exconcejal de Valladolid Toma la Palabra (VTLP) María Sánchez, muy cercana también a Díaz, ha descartado, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que vaya a formar parte de la candidatura, aunque ha mostrado su voluntad de trabajar en el proyecto. "No está en mis planes en este momento participar en ninguna candidatura, aunque por supuesto estaré a disposición para apoyar el proyecto de Sumar que creo que es indispensable para que nuestro país siga avanzando en derechos", afirmaba.
En el resto de provincias destaca el papel de Braulio Llamero en Zamora, impulsor de Más País en la Comunidad, y no es descartable que Juan Gascón, coordinador de Izquierda Unida en Castilla y León, pudiese encabezar la lista por Palencia. Este mismo viernes, Gascón aseguraba que la candidatura de Sumar a las próximas elecciones generales del 23 de julio estaría encabezada "por militantes o simpatizantes de Izquierda Unida" en Valladolid, Palencia, Zamora y Soria. Un acuerdo entre Sumar y Podemos que ha abierto una ventana de esperanza para la izquierda alternativa en Castilla y León.