UGT Castilla y León ha mostrado su “consternación y preocupación” ante los dos nuevos accidentes laborales mortales que se han producido en la comunidad autónoma en menos de 24 horas, en la mañana de ayer.
En el primero, un trabajador de 53 años ha fallecido tras ser atropellado por un tractor en una tierra de labor en Doñinos (Salamanca). En el segundo, un empleado de 55 años perdía la vida en una obra al quedar sepultado debido a un deslizamiento de tierra en la localidad de Arroyo de la Encomienda (Valladolid).Con estos dos fallecidos se elevan ya a 37 las personas trabajadoras que han perdido la vida mientras trabajaban en Castilla y León.
Mientras se llevan a cabo las investigaciones necesarias para determinar cuáles han sido las causas que están detrás de estos accidentes, UGTCyL ha exigido a la Junta de Castilla “la puesta en marcha de las medidas acordadas en el VI Acuerdo para la Prevención de Riesgos Laborales, así como una convocatoria urgente del Consejo Regional de Seguridad y Salud para valorar la situación y adoptar medidas que consigan revertir la situación”.
Tal y como ha indicado la secretaria de Salud Laboral de UGTCyL, Mª Fe Muñiz Queipo, “en lugar de anunciar medidas como las de hace unos días, deslavazadas y que poco tienen que ver con mejorar la seguridad y salud de las personas trabajadoras, la Junta debería comprometerse de manera firme con el derecho fundamental a un entorno de trabajo seguro y saludable”.
En este sentido, desde la organización sindical consideran imprescindible que la Junta "ponga los medios y los recursos necesarios para un mayor cumplimiento de la normativa en PRL" por parte de las empresas, "mejora" de las condiciones de seguridad de las personas trabajadoras y "mayor sensibilización social" ante el que han calificado como “uno de los peores indicadores de nuestro mercado de trabajo. Algo que no se consigue instalando desfibriladores en las empresas”.
A continuación, han reclamado al Gobierno de Castilla y León “una mayor sensibilidad”, instándole “a que abandone la actitud de indiferencia que parece haberse instalado en los últimos tiempos hacia la seguridad y salud en el trabajo, porque la vida y el bienestar de las personas deben estar por encima de cualquier consideración política o ideológica. En definitiva, exigen "más trabajo, más compromiso y más respeto a la vida de las personas trabajadoras”, concluyeron desde UGT Castilla y León.