El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, compareció ante los medios para anunciar el acuerdo por el que más de 800 trabajadores de extinción de incendios pasarán a ser fijos y la ampliación de los trabajos de las cuadrillas privadas de 7,6 a 9 meses de media al año.
José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, intervino para informar acerca de los incendios. "Están viniendo del Barco de Valdeorras hasta la zona de León. El otro incendio que más nos preocupa es el de Cebreros, a última hora de la tarde saltó a la carretera de Maqueda con un viento fuerte llevándolo a la Comunidad de Madrid. Todavía tiene bastantes puntos con actividad. El balance de la semana es de 191 incendios".
"El acuerdo más importante que nos planteamos es el de los incendios forestales en el marco de una realidad. Hay dos causas que originan los incendios: las anomalías climáticas y el cambio del uso del territorio", inició el consejero ante un problema que va en aumento. Posteriormente, celebró que "más de 800 trabajadores de extinción de incendios pasarán a ser fijos. Nos costará varias docenas de millones", un problema que llevaban demandando varios meses los sindicatos y por el que han sellado el acuerdo.
Al mismo tiempo, defendió un modelo mixto en el que "se ampliará a los trabajadores de las cuadrillas privadas sus trabajos durante nueve meses que en la actualidad están operativos 7,6 meses de media al año".
Desde UGT exigieron soluciones tras haber perdido la vida un brigadista de 62 años en el incendio de Losacio, Zamora: "Hay personas con más de 60 años que no pueden estar al frente del fuego. Se les tiene que buscar un respiro".
Por último, Suárez-Quiñones negó "total, tajante y rotundamente" que a los integrantes de los operativos contra incendios se les haya dado un litro de agua y un bocadillo con dos rodajas de fiambre.