Expertos de GenesisCare han resaltado que cada año se diagnostican más de 78.000 nuevos casos de cáncer de piel en España, casi el 95 por ciento pertenecen al cáncer de piel no melanoma, con aproximadamente 75.000 afectados nuevos cada año. Por su parte, el cáncer de piel melanoma genera aproximadamente 4.000 afectados nuevos cada año en nuestro país.
El doctor David Esteban, oncólogo radioterápico de GenesisCare, explica, con motivo del Día Mundial del Melanoma, que se celebra este sábado 23 de mayo, que "el cáncer de piel no melanoma se origina a partir de las células basales y escamosas de la piel formando tumores que, diagnosticados a tiempo, pueden tener muy buen pronóstico ya que las opciones de tratamiento permiten eliminarlos con altas tasas de curabilidad, aunque si se dejan evolucionar el pronóstico puede ser malo".
"Este tipo de cáncer de piel no melanoma se desarrolla en las células de la epidermis, la capa más superior de la piel y puede ser de dos clases principalmente: carcinoma basocelular, la forma más común de cáncer de piel, con una alta tasa de curación, o carcinoma de célula escamosa, el segundo tipo de cáncer de piel más común. La incidencia real es muy difícil de determinar, ya que, al tratarse de patologías con altas tasas de curación y poca repercusión hospitalaria, muchos de los casos no son registrados", añade.
Existen también otros tumores poco frecuentes, como linfomas, tumores de Merkel, angiosarcomas o carcinomas sebáceos, entre otros, que suelen precisar tratamiento con radioterapia. "Por su parte, el origen del melanoma está en los melanocitos de la epidermis, células que producen la melanina, que nos protege de los rayos UV y nos aporta el bronceado a nuestra piel. Es un tumor cutáneo infrecuente, pero que debe detectarse y tratarse de manera precoz, ya que tiene un comportamiento mucho más agresivo, dado su capacidad de generar metástasis, es decir, de diseminarse a otras partes del cuerpo. A pesar de que su incidencia es menor que el no melanoma, su mortalidad es mayor", añade.
Respecto a la edad, en el cáncer de tipo melanoma el mayor número de casos se diagnostican entre la cuarta y la quinta décadas de la vida, incluso puede aparecer en menores de 30 años. Por otro lado, el cáncer de piel no melanoma es más frecuente a partir de la sexta década de la vida, siendo poco común que se desarrolle en gente más joven. En cuanto a los factores de riesgo, en ambas patologías el principal factor es la exposición a radiación ultravioleta de forma crónica y prolongada. Pero también influyen el fototipo, factores hereditarios, inmunosupresión o la edad avanzada entre otros.
Para prevenir el cáncer de piel, la doctora Cristina Guirado, dermatóloga del Hospital Príncipe de Asturias y colaboradora de GenesisCare, anima a "evitar la radiación ultravioleta directa, especialmente en las horas de mayor exposición solar". "Es importante concienciar a las personas del uso de la crema solar no solo cuando nos exponemos al sol, sino como parte de nuestra rutina antes de salir de casa, así como del uso de gafas y sombrero. Tras más de dos meses confinados, nuestra piel está menos acostumbrada a la luz ultravioleta y por ello es todavía más recomendable emplear crema protectora a fin de no quemarnos", concluye.