Cartif ha puesto sobre la mesa el valor del sector agro en Castilla y León. Lo hacía en una jornada que se ha celebrado este 21 de diciembre con representantes y miembros de diversas plataformas agroalimentarias.
El encargado de inaugurar el evento ha sido el subdirector de Cartif, Sergio Sanz Hernando, quien ha puesto en valor la importancia de Cartif y el gran crecimiento que han anotado en el presente año. “Es un centro sostenible con una actividad relevante”, subrayaba. Del mismo modo, afirmaba que es un centro que está “integrado” y gracias al cual se puede “transferir ese conocimiento” que desean.
Y es que, si en algo han coincidido, es que se trata de un sector que es “clave para la economía española, contribuyendo a la creación de empleo y evitando la despoblación del medio rural”. Como ejemplo ha habido tres casos prácticos como ha sido Food for Life, la Plataforma Tecnológica del Vino y Biovegen.
Cada uno de los casos ha contado su experiencia en el sector y la importancia de sus socios en el desarrollo de los proyectos que realizan. En el caso, por ejemplo, de la Plataforma Tecnológica del Vino han relatado que nacieron en 2011 con la misión de ser líder en I+D+i a nivel nacional. Desde el 2015 comenzaron a tener una proyección internacional y “significó un hito porque, por primera vez, lideró un proyecto europeo”. Un caso “único” desde su creación y que busca ser “referente” de la estrategia común a Europa.
Desde Cartif han afirmado que no son una entidad que se dedique a “almacenar conocimiento” sino que “vigilamos que la actividad tenga un futuro en la transferencia a las empresas”. Explicaban que en este sector trabajan 51 investigadores, siendo 20 de ellos doctores con actividad habitual en publicaciones científicas.
“Apostamos por ese modelo de transferencia para que la empresa tenga las soluciones que desea y haya un mejor desempeño y desarrollo”, afirmaba. Del mismo modo, sesgaban las cuatro áreas de la agroalimentación en las que trabajan y los procesos. “El sector agroalimentario es paralelo al concepto de sostenibilidad. No lo concebimos sin que este ese componente sostenible”, matizaba.
Otro de los trabajos que realizan es “el aseguramiento de las proteínas”, nuevas fuentes proteicas, y el “desarrollo de nuevos catalizadores”. Además, trabajan en reciclado mecánico, químico, compuestos sencillos y multicapa y palas de aerogenerador. De hecho, en Cartif tienen un laboratorio de análisis y ensayo que supone el 2% de los ingresos anuales y da servicio a dos partes. El tratamiento de biocombustibles sólidos, de la que son “la única entidad española acreditada”, y trabajan tanto con fabricantes de biomasa como con operadores.
En la parte de materiales también realizan ensayos, siendo uno de los 15 laboratorios con “mejores resultados”. El principal capital, aseguran, son los investigadores y equipamiento. En la actualidad, tienen siete laboratorios con equipos que analizan, entre otros, la “calidad del aire”.
Desde Biovegen han sido críticos alegando que en España falta “innovación” dado que el país es “líder” en cultivos, por ejemplo, de vino u olivo. Sin embargo, está más reticente en esa innovación, donde se ubica en un puesto 30. “Tenemos que poner nuestro granito de arena para mejorar la situación”, afirmaba David Lapuente, el responsable de proyectos.
Una jornada que ha sido al milímetro y donde se han tratado todos los temas importantes de la jornada. Una cita en la que también ha participado Cristina Ramírez de Lara, directora del Clúster Virtatis, quien ha explicado cómo aborda la Comunidad el aspecto de la innovación en relación al sector agroalimentario. Así como Martina Pariente, directora de la Bodega José Pariente; Alberto Acedo, cofundador de Biome Makers, socio de Biovegen o Carlos I. Franco, miembro del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, quien ha tratado las oportunidades de financiación del sector agroalimentario.