“Esto es lo que queda de nuestro querido Cascajares, la marca, ha aguantado en lo más alto”. Así lanzaba un mensaje de optimismo el presidente de la empresa, Alfonso Jiménez, mientras s a sus espaldas solo quedaba el logotipo de la fábrica de Dueñas (Palencia). La vida es un desafío constante. Algo que nos obliga a renacer constantemente y de esto saben varias empresas de Castilla y León que, como le ha ocurrido a Cascajares, vieron como un día todo su patrimonio material y humano se convertía en cenizas.
Al igual que el incendio sucedido ayer, la Comunidad ha tenido que vivir otras tragedias de empresas relacionadas con el mundo de la alimentación. Y todas ellas, cual Ave Fénix, resurgieron con más fuerza, mayor producción e instalaciones más modernas. Su filosofía ha sido la de jamás pensar en la derrota. Este es el camino que tiene que seguir la mítica empresa de capones. Sin embargo, ¿qué pasa cuando las llamas se apagan?
Campofrío (Burgos)
El 16 de noviembre de 2014 la famosa planta burgalesa se convirtió en cenizas. No quedó prácticamente nada. Las llamas devoraron las instalaciones ubicadas en el Polígono Burgos dejando atrás años de esfuerzo y sacrificio. La fábrica era irrecuperable y se marcaron como objetivo evitar que la estructura se viniera abajo, algo que no lograron. La incertidumbre se hizo presa de los casi 900 trabajadores. En septiembre de 2015 se puso la primera piedra de las nuevas instalaciones y un año después ya se ultiman las obras de la Nueva Bureba, como se llama la fábrica reconstruida.
Recibieron el apoyo de toda la sociedad de la Comunidad y la económica de la Junta, así la planta se puso ya en marcha, con más capacidad, con mayor tecnología y con nuevas perspectivas. Fue famoso su anuncio navideño, tan característico, donde intentaron mandar a los españoles, la idea de "que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida". Además, se hizo un documental La Nueva Bureba, un sueño más alto que el humo, donde se recogió todo lo vivido.
Ornua (Ávila)
La madrugada del 5 de noviembre de 2018 ardió en Ávila una fábrica de productos lácteos muy relacionada con Telepizza ya que era la encargada de realizar la mozzarella, su nombre era Ornua. Sus 115 trabajadores vieron aterrados como se quemaba todo su proyecto de futuro. Empresa y Junta garantizaron a los empelados sus salarios mediante el Expediente de Regulación de Empleo y las ayudas para trabajadores afectados acordadas en el marco del Diálogo Social, y que ascendieron a casi medio millón de euros.
¿Qué pasó? Pues la multinacional irlandesa inauguró también en Ávila su nueva fábrica dos años después del incendio que destruyó la anterior. Levantada sobre los terrenos de la anterior, en el Polígono de Vicolozano, se ha llegado a producir el doble de mozarella que lo hacía hasta el momento de su desaparición.
[Ornua vuelve a andar en Ávila tras el terrible incendio]
Hermanos Rodríguez (León)
En 2016, un aparatoso incendio dejó en la nada las instalaciones de la fábrica que la empresa Embutidos Rodríguez, que tenía en el municipio de Soto de la Vega, al sur de la provincia de León. Una empresa familiar con más de 90 años de antigüedad y de 250 trabajadores, que se dedicaba a la elaboración de embutidos de calidad y de productos cárnicos de porcino. n Embutidos Rodríguez dispone en la actualidad de unas modernas y renovadas instalaciones, con una superficie que supera los 60.000 metros cuadrados, recientemente ha sido noticia porque se ha integrado en Vall Companys tras la venta de la totalidad del accionariado al grupo catalán. La empresa amplió en 5.000 metros su planta tras verse afectada y logró ampliar en más de 100 toneladas la producción.
Iberavi (León)
En noviembre de 2016, Iberavi, la fábrica-incubadora que surtía de pollos a todas las granjas del grupo Oblanca resultó arrasada por un incendio ubicada en Alija del Infantado (León). Todavía estaban recientes las llamas de Embutidos Rodríguez. Registraba compras de materias primas y servicios en Castilla y León por un importe superior a los 21 millones de euros anuales, y proporcionaba 350 empleos directos y 267 indirectos con dedicación 100 % a la actividad. Como ha ocurrido con el caso de Cascajares, la Junta
Casi dos años después, en junio de 2018, Iberavi inauguró su nueva planta de incubación de huevos ubicada en el mismo lugar y reconstruida, en la que se invirtieron ocho millones de euros y se estimó una facturación media de diez millones al año frente a los ocho que facturaba anteriormente. También se mejoró la calidad y el control de todos los procesos.
Cobadu (Zamora)
Un incendio calcinó varias naves de almacenamiento de materia prima de Cobadu, la mayor cooperativa agroganadera de Zamora, ubicada entre las localidades de Villaralbo y Moraleja del Vino. Fue en septiembre de 2020 y también por la noche, como en Cascajares. El fuego arrasó con silos de cereal, paja y alfalfa pero no afecta a la fábrica ni al resto de instalaciones. Se recibió una indemnización que sirvió para seguir en marcha.
En todas ellas, la Junta aprobó poner en marcha medidas que fomenten la recuperación de la capacidad productiva y el mantenimiento del empleo y agilizar los permisos, autorizaciones y demás actuaciones precisas para la reconstrucción y puesta en funcionamiento de las nuevas factorías.
Comienza así un camino de muchos papeleos, de zozobra, de dudas y de curiosidades. Por ejemplo, son muchas las empresas que se apoyan en la competencias para seguir produciendo. En este caso, alquilan maquinaria a otras fábricas para seguir con su trabajo, ya que los proveedores siguen suministrando materia. Por ejemplo, creando un turno de noche para poder seguir en marcha. Además, hay que blindar a los trabajadores, ya que pueden recibir ofertas de otras empresas si son empleados trabajadores. La intención es que estas empresas azotadas por el fuego no pierdan el material humano.