El derribo de las torres de la central térmica de Compostilla II en Cubillos del Sil (León), ha quedado aplazado por segunda vez, a la espera de que se finalice el plazo de presentación y revisión de las alegaciones en el procedimiento administrativo que se abrió tras la incoación de un expediente para declararlas Bien de Interés Cultural (BIC).
Una decisión que la Junta de Castilla y León terminó por desestimar dado el alto coste de mantenimiento de este gigante térmico.
El derribo estaba previsto para el próximo 26 de enero, tras haberse aplazado también el pasado día 1 de diciembre, pero fuentes de Endesa, propietaria de la central, han indicado que "la voladura de las torres se efectuará cuando termine todo el proceso administrativo que aún está abierto", por lo que la compañía no ha podido fijar aún una nueva fecha para su derribo.
Fue la propia Dirección General de Patrimonio Cultural la que concluyó en un informe que el coste total de mantener la central ascendía a casi 20,3 millones de euros, sin incluir las partidas destinadas a indemnizar a Endesa, que lleva trabajando en su desmantelamiento desde hace dos años.