El presidente de CEOE-Cepyme Salamanca, Diego García, ha presentado hoy su dimisión junto a todo su comité ejecutivo tras perder la votación en la Asamblea General Extraordinaria celebrada para debatir la unificación con la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES).
La propuesta de unión, defendida como clave para garantizar una única representación empresarial en la provincia, obtuvo 89 votos a favor frente a 104 en contra, con 12 abstenciones.
La asamblea, solicitada por 81 empresarios que mostraban su rechazo a las negociaciones, exigía la ruptura del diálogo con CES y la sanción al presidente.
Pese a no compartir estos puntos, el comité ejecutivo aceptó convocarla, integrando además en el orden del día la presentación de los avances en el proceso de unificación.
Durante la rueda de prensa posterior, García manifestó que, desde que asumió el cargo hace tres años, su objetivo había sido crear una única confederación empresarial en Salamanca.
"Siempre hemos actuado con el respaldo de nuestro consejo directivo, pero la falta de apoyo en la asamblea hace inviable continuar con estas negociaciones", afirmó.
Según García, el proceso, aunque respaldado inicialmente, encontró resistencia por parte de algunos empresarios que temían perder su posición en la nueva estructura.
Tras la votación, García y su equipo tomaron la decisión de dimitir en bloque, convocando nuevas elecciones. "No podemos estar en un lugar donde sólo somos espectadores."
"Si no tenemos el respaldo necesario, es mejor dar un paso al lado", señaló el ya expresidente, quien subrayó la importancia de la unión empresarial para el futuro de Salamanca.
El proceso de unificación queda ahora en manos del próximo comité ejecutivo, cuyas elecciones se celebrarán en las próximas semanas.
Hasta entonces, García y su equipo continuarán en funciones, gestionando los asuntos ya aprobados, aunque sin adoptar decisiones de calado.
"Siempre he apoyado la unidad del empresariado salmantino, y lo seguiré haciendo desde donde me toque", concluyó García, quien se mostró satisfecho con el trabajo realizado durante estos tres años.
El futuro de la unión entre CEOE-Cepyme Salamanca y CES queda ahora en el aire, a la espera de que la nueva dirección defina los próximos pasos.
Mientras tanto, el sector empresarial salmantino enfrenta una etapa de incertidumbre que marcará su representación en los próximos años.