El alza del coste de la vida no cede. La inflación actual, unida al encarecimiento de las materias primas y los efectos de la invasión rusa en Ucrania, han obligado a cambiar el paso a las familias de Castilla y León: han reducido de su dieta en junio el gasto en legumbres, huevos, frutas, hortalizas y la mayor parte de carnes debido a los precios, con datos de consumo per cápita inferiores a los de junio del año pasado. Mantienen en los mismos términos la toma de pescado y aumentan el cerdo, la leche y platos preparados, entre otros, según informa Ical.
El panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación denota que muchos habitantes de la Comunidad se han visto en la necesidad de elegir el tipo de consumo que prefieren. Los datos son tozudos. En un año se ha elevado un 2,9 por ciento el gasto per cápita en alimentos de primera necesidad en la Comunidad en relación con doce meses atrás, hasta los 131,38 euros por persona de media. Todo ello a pesar de que el consumo ha bajado un 5,6 por ciento, con 50,63 kilos o litros por individuo, tres menos que en el sexto mes de 2021.
Un dato que constata que los castellanos y leoneses comen menos pero gastan más en productos alimenticios, empujados por la subida de los precios. La conclusión se pone aún más de manifiesto si se comparan con 2019, en año prepandemia, cuando el consumo fue similar, de 51,6 kilos per cápita, pero con un gasto por persona muy inferior, de 121,5 euros, diez euros menos de media, cuando los precios estaban muy lejos de los niveles actuales.
Si se analizan los datos nacional, se observa una caída mayor del consumo alimentario, concretamente del 8,6 por ciento, hasta los 48,55 kilos o litros, dos menos que en Castilla y León, si bien difiere el gasto, donde al contrario que en la Comunidad, éste aumenta, un 0,5 por ciento, con 127,34 euros por persona.
Además, en una lectura muy generalizada, la encuesta expone que el precio medio del total de los productos de alimentación en Castilla y León era en junio de 2,59 euros el kilo o litro, un 8,8 por ciento más que un año atrás, cuando era de 21 céntimos menos. En España este parámetro ha pasado de 2,41 a 2,62 euros en tan solo doce meses.
Igualmente, el volumen total consumido por los habitantes de la Comunidad fue en el sexto mes de 2022 superior a 122 millones de kilos, un 4,7 por ciento menos (seis millones por debajo del mismo mes de 2021), una cantidad por la que los habitantes de la autonomía desembolsaron 318 millones de euros, un 3,8 por ciento más a pesar de comprar menos. A nivel nacional, el volumen bajó un ocho por ciento, casi el doble que en Castilla y León (2.254 millones de kilos), y el gasto se mantuvo estable, con 5.912 millones de euros.
¿Qué comemos?
De entre los productos principales que forman la dieta mediterránea, mayoritaria en la cocina castellana y leonesa, el consumo de huevos ha caído desde los 11,3 a 9,41 kilos per cápita entre junio de 2021 y de 2022, si bien ha subido el gasto en cinco céntimos de euros, hasta 1,73 euros por individuo por la subida de precios.
En cuanto a las carnes, en global, también cae el consumo de 3,73 kilos a 3,54, con una estabilidad en el gasto en el entorno de los 26,5 euros por persona. Baja la compra de pollo y de vacuno (que incrementa el coste) y de ovino-caprino (que sin embargo reduce el gasto de 1,76 a 1,23 euros por persona). No obstante, sube el consumo de cerdo de 0,82 a 0,95 kilos per cápita en el último año, con un gasto de que también se eleva de 5,30 a 6,21 euros por individuo. Se mantiene, por su parte, el consumo de pescado, con 1,82 kilos, con un gasto muy similar, de 16,6 euros, al de junio del año pasado.
Otros productos que han visto reducir su consumo son el pan, hasta 2,56 kilos per cápita, y principalmente las legumbres, que descienden de 0,25 a 0,18 kilos, con un descenso en el gasto de 0,45 a 0,36. También preocupa la reducción de toma de fruta, de 9,86 a 8,44 kilos, que en este caso también va acompañado de un descenso en el coste de 16,08 a 15,73 euros por persona. Y es destacable, igualmente, la bajada de consumo de hortalizas, de 4,42 kilos a 3,85 (y que baja de 8,1 a 7,96 euros). El aceite de oliva y el de girasol también presentaron caídas de consumo frente a aumentos de gasto, al igual que el vino, que pasó de 0,67 a 0,49 litros por persona en un año, una tendencia sostenida principalmente en aquellos que cuentan con figuras de calidad (IGP y DO), que bajan de 0,36 a 0,25 litros per cápita.
En cuanto a los alimentos que ven incrementado su consumo se encuentran, entre otros, el arroz, hasta 0,25 kilos por persona, pero con un aumento también del gasto, hasta 0,48 euros; la pasta de 0,28 a 0,29, con un fuerte incremento del gasto, hasta 0,68 euros; la leche, que pasa de 7,24 a 7,47 litros por persona, y con un gasto que se eleva de cinco a seis euros en junio por individuo. Según el panel, el precio medio de la leche ha pasado en estos doce meses de 0,69 euros el litro a 0,8.
Por último, llama la atención el aumento también de los platos preparados, cuyo consumo pasa de 0,28 a 0,31 kilos por persona, con un importante incremento del coste, al subir de 0,68 a 0,8 euros per cápita.