El pasado 17 de enero la Junta de Castilla y León anunció la aprobación de 37 millones de euros en subvenciones para el fomento del autoconsumo y almacenamiento de energías renovables tanto para particulares como para empresas.
Fue tal la avalancha de solicitudes que "el Ejecutivo regional ya tiene previsto sacar otros 39 millones de euros más para cubrir esta primera demanda", según adelanta a este periódico Amaya Gómez, delegada de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) en Castilla y León, la asociación que representa a más de 640 empresas de fotovoltaica en España, con una presencia de 150 en la Comunidad.
"El potencial que tiene Castilla y León es enorme, con una media de 1.600 horas de sol al año y porque es una Comunidad con tanto espacio que permite desarrollar todo tipo de proyectos", asegura.
El 'boom' del autoconsumo eléctrico a través de paneles solares se ha disparado tras la derogación del polémico 'impuesto al sol' por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez, y el anuncio de la Unión Europea de destinar 900 millones de euros a facilitar estas instalaciones, si bien es cierto que su tramitación está ralentizando su desembarco.
España es un país con aproximadamente 300 días al año de luz solar. Una fuente de energía prácticamente ininterrumpida que, en cualquier caso, no es siempre "suficiente" para abastecer a una vivienda.
Amaya, que lleva 16 años trabajando en este sector, cree que los datos del peso de esta industria sostenible son irrefutables: si en 2019 la potencia instalada exclusivamente en instalaciones de autoconsumo en la Comunidad fue de 8,52 MW, en 2021 cerró con 30,30 MW.
La Comunidad se coloca así como "la sexta potencia instalada en fotovoltaica", (por detrás de Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla-La Mancha y Aragón) con 1.020 MW y una generación que cerró 2021 en 1.335 GWh, es decir: el equivalente a abastecer a 300.000 hogares o lo que es lo mismo, a toda la ciudad de Valladolid) evitando la emisión de 900.000 toneladas de CO2 al año.
"Cada vez hay más inversión extranjera ya no sólo en mega proyectos, sino también en los que son medianos pero permiten apostar por una economía con un retorno de inversión claro: la economía del autoconsumo y almacenamiento de energía es imparable", asegura Amaya.
Abaratar el precio de la electricidad
Después de un año en el que la factura de la luz marca cada día un nuevo récord (hoy llegará a los 350 euros/MWh), el estallido de la guerra en Ucrania ha disparado el precio del gas y por lo tanto de la factura de la luz, hasta situarse en un valor nueve veces mayor que lo que costaba hace justo un año.
La 'explosión' de las inversiones en renovables desde la aparición de la Agenda 2030 ha supuesto, además, "la creación de aproximadamente 4.200 puestos de trabajo estables en esta Comunidad, muchos de los cuales se generan en el entorno rural", indica la delegada de UNEF en Castilla y León.
Una economía sostenible que "es una oportunidad no sólo para luchar contra el cambio climático y abaratar la factura de la luz sino, además, para dar una oportunidad a estos entornos", asegura Amaya.
Este sector genera, además, "mucho empleo sobre todo en la fase de construcción y que además suele reclutarse entre la población más cercana al lugar donde se va a llevar a cabo el proyecto", indica.
La inversión depende de los módulos que se necesiten instalar en el tejado de la vivienda y de las características de los mismos, pero el precio inicial ronda los 3.500 euros, con deducciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en algunos municipios.