No es nada nuevo. Es más, suele ser habitual. Los aficionados del Sporting, como es consabido desde allá por 2009, en sus viajes a Valladolid para jugar contra el Pucela ejecutan su ya conocido modus operandi. Parar en León y no consumir en la hostelería pucelana. Todo ello viene a raíz de una rivalidad histórica entre seguidores por el precio de unas entradas y la leyenda posterior del 'Pacto de Llanes'.
Con el paso del tiempo este tipo de prácticas se han ido diluyendo, pero todavía queda un pequeño sector, anclado en el pasado, que sigue obcecado en ello, con la misma iniciativa que, casualidad, nació en 2009 para boicotear a la hostelería vallisoletana. En esta ocasión ha sido una peña de los gijoneses en León, llamada 'El León Rojiblanco'.
Desde la organización se ha promovido una parada en la ciudad leonesa desde las 12:00 horas y hasta las 18:00, cuando previsiblemente partirán a la urbe del Pisuerga para acudir al partido de las 21:30 horas.
La iniciativa ya ha sido secundada por otras peñas de Gijón, como es el caso de la Peña Sportinguista Sentimiento Rojiblanco - La Regence. No obstante, cabe resaltar que durante el mediodía ya se dejaban ver por Valladolid, donde han comido, habiendo partido desde León horas antes de las 18:00 horas que marcaba el final de la convocatoria.
Este tipo de prácticas se vienen dando desde el año 2009, cuando comenzó la rivalidad entre ambos aficiones. El club vallisoletano optó por dar entradas para los seguidores del Sporting a 75 euros aquel año, algo que no sentó nada bien y desembocó en el que fuese el primer intento de boicot a la hosteleria de la ciudad castellana.
Desde entonces, han sido numerosos las diferencias acaecidas entre sendas aficiones. Todo ello se agravó con el denominado 'Pacto de Llanes', una historia a medias entre mito y realidad.
Fue en 2010, cuando Sporting y Racing de Santander se enfrentaban en la última jornada liguera, con los primeros ya salvados y los segundos al borde del abismo, en el que también estaba involucrado el Real Valladolid. La leyenda cuenta que esa temporada hubo una comida entre directivas asturiana y cántabra, con el objetivo de acordar que si uno de los dos estaba en apuros, los otros no meterían el dedo en la llaga.
Además, el asunto cogió relevancia al difundirse una carta del presidente por aquel entonces de la Comunidad de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien instó a los aficionados del Sporting a que acudiesen a Santander para animar al Racing, en contra de su propio equipo. Finalmente, el partido acabó con la victoria plácida de los racinguista y el Real Valladolid en Segunda División.
Dos hechos por los que desde entonces aficionados del Sporting de Gijón y el Real Valladolid no han tenido la mejor de las relaciones. Y aunque con los años esa rivalidad se ha ido aminorando, todavía quedan quienes permanecen centrados en llevar esas prácticas legítimas pero mal vistas.