El Real Valladolid sigue confeccionando su plantilla de cara a preparar el regreso a la Liga Santander. Para ello, la dirección deportiva liderada por Fran Sánchez ha tenido que hacer varios esfuerzos con el objetivo de aligerar al máximo el número de jugadores para poder incorporar a otros nuevos que suban sustancialmente el nivel.
Y es que la exigencia de la Primera División obliga a los blanquivioletas a hacer fichajes que garanticen rendimiento prácticamente desde el minuto uno. Para ello, el club ha hecho efectiva la compra de Monchu, que, tras llegar al equipo en el mercado invernal cedido por el Granada CF, tenía una opción de compra obligatoria en caso de ascenso. Un jugador ya conocido por Pacheta y afición y que en los minutos sobre el césped ha demostrado su nivel más que suficiente para ser importante en la máxima categoría del fútbol español.
Parecido ha pasado con Iván Sánchez, que tras llegar a préstamo en enero desde el Birmingham, ha pasado a ser propiedad del club de Ronaldo tras acordar el traspaso con los ingleses. En este caso, el Pucela tenía una opción de compra de entre 800.000 y 900.000 euros, pero que en un primer momento no efectúo. La dirección deportiva pasó entonces a negociar con los británicos que no contaban con el jugador y que el año que viene acababa contrato, lo que provocó que Fran Sánchez pudiera hacerse con los servicios del jugador por apenas 100.000 euros.
Otra de las caras conocidas que seguirán en el Real Valladolid es la de Gonzalo Plata. El ecuatoriano ha firmado hasta 2027 con los pucelanos tras una dura y compleja negociación con el Sporting CP portugués. Ha sido un mes de idas y venidas y mucha incertidumbre, pero finalmente uno de los grandes deseos de los blanquivioletas se ha hecho realidad por unos tres millones de euros por el 50% del pase del jugador. Esto podría verse aumentado en función de los objetivos, ya que podría alcanzar entre los 8 y 9 millones de euros si estos se cumplen y se convertiría así en el fichaje más caro de la historia del Pucela.
En el apartado de las caras nuevas, que no desconocidas, están Sergio Asenjo y Sergio Escudero. Y es que ambos futbolistas han llegado a la disciplina este mismo mercado tras quedar libres una vez finalizaron contrato con sus clubes, Villarreal CF y Granada CF respectivamente. Los dos cuentan con pasado blanquivioleta en la cantera, siendo el primero de ellos uno de los ídolos de la afición al ser considerado uno de los mejores guardametas que han vestido la blanquivioleta y el segundo un vallisoletano de cuna.
En el apartado de las salidas es donde ha centrado, hasta ahora, mucho de sus esfuerzos el equipo de Fran Sánchez. Estas son un objetivo prioritario ya que se antoja necesario que el número de jugadores descienda considerablemente. La primera llegó con el traspaso de Rubén Alcaraz al Cádiz CF, que poseía sobre el futbolista una opción de compra obligatoria en caso de permanencia.
Tras él, el equipo de Ronaldo anunció las no continuidades de Pablo Hervías y Kiko Olivas, dos jugadores capitales que ya fueron importantes en el ascenso de 2018 y que tras una larga estadía en el estadio José Zorrilla han abandonado al mismo al no contar para Pacheta. Poco después el Real Valladolid anunció la cesión del lateral derecho Janko al Bochum alemán.
Otra de las salidas que pilló un poco por sorpresa a la afición fue la no renovación de Nacho Martínez, que este último año había sido titular e importante para lograr el ascenso. Si bien es cierto que su papel en Primera División se antojaba secundario. Sin embargo, finalmente tanto el jugador como el club acordaron separar sus caminos. El madrileño jugará este año en Segunda con el CD Tenerife, club al que ha llegado libre.
En el apartado de recisiones de contrato se encuentran Caro, Alende y Sergio Benito, habiendo conseguido ya estos dos últimos clubes de destino. El central seguirá disfrutando de la Segunda División con el recién ascendido Andorra, mientras que el atacante disputará la 1 RFEF con el Córdoba CF. Por último, Raúl Carnero, tras renovar hasta 2024, ha sido cedido al Deportivo de la Coruña y Paulo Vitor, que subía automáticamente al primer equipo, también se ha ido a préstamo al Río Ave portugués.