Sergio de Larrea. Quédese con este nombre. Los aficionados al baloncesto ya lo conocen de sobra, pero el resto lo averiguará en poco tiempo. Este vallisoletano de 17 años, recién cumplidos, está llamado a ser una estrella del baloncesto. Su carrera meteórica y sus números no mienten. Ayer debutó en la Euroliga, la máxima competición europea, con Valencia Basket en un trepidante encuentro contra el Efes Istambul.
El equipo taronja jugó con paciencia y antes de la bocina final el entrenador Álex Mumbrú le dio la alternativa al vallisoletano para que debutase antes de que el partido acabara con 81-71. Fueron 13 segundos que nunca olvidará con su 50 a la espalda. Y sí, su descaro en la cancha le permitió hasta lanzar una canasta de dos que tocó aro.
Sergio de Larrea es la joya de la corona del baloncesto vallisoletano y desde el primer día el ansiado premio para muchos clubes, pero fue Valencia Basket quien apostó desde el principio por él. Salido de la cantera de San Agustín, desoyó cantos de sirena del Real Valladolid Baloncesto, para centrarse en el club de su colegio, hasta que el también vallisoletano Chechu Mulero llamó con insistencia a su puerta. Sus actuaciones en ligas autonómicas quedaron para la historia con varios partidos donde anotó más de 60 puntos, sí algo insólito. Otro dato en el Campeonato de España cadete se quedó a un robo del cuádruple doble, con unos números de leyenda con 31 puntos, 20 rebotes, 10 asistencias, y 9 robos de balón.
Un escolta (en ocasiones base) de 198 centímetros, que tiene un manejo de balón con ambas manos. También sabe jugar con su cuerpo y mira a la canasta con mucha facilidad. Un jugador moderno criado en las canchas de baloncesto vallisoletanas. En Valencia está desarrollando su físico para poder amoldarse al baloncesto moderno.
'Niño de plata'
En la fábrica de ‘LAlquería del Basket está creciendo como jugador, por ejemplo fue incluido en el quinteto ideal de la EuroLeague Basketbal Adidas Next Generation Tournament, competición europea sub-18 el pasado mes de marzo. Este verano formó parte de la España sub-17 que se colgó la medalla de plata en el Mundial tras perder la final contra Estados Unidos. Durante esta temporada toma cuerpo en el equipo filial en Leb Plata.
Larrea ya no es el futuro, es el presente, tras haber tenido sus primeros momentos en la Euroliga. Lo dicho, quédense con su nombre.