El desafío de ser padres en vacaciones: “No hay que sentirse culpables por no pasar tiempo con los hijos”
Hablamos con Luis Ángel Romero, Vocal Presidente por Soria del Colegio de Psicología, que nos da las claves para sobrevivir a estos dos próximos meses: rutinas, cambiar el chip y huir de los ciberamigos
26 junio, 2023 07:00Noticias relacionadas
El calendario no miente. El fin del curso escolar en Castilla y León ya esta aquí. Sin embargo, los días de vacaciones de los más pequeños no coinciden ni en número ni en tiempo con los de los padres. Es el momento de coger la calculadora, escuadra y cartabón para elaborar un planning de qué hacer con los hijos. Una cuestión para la que debemos estar mentalmente preparados. Dos meses y medio en los que hay que hacer verdaderos malabarismos para no desatender ni a los niños ni al trabajo, y restar días para que llegue ese tan esperado 7 de septiembre para volver a las clases en la Comunidad.
Pero tranquilos, no tenemos que desesperarnos, con un poco de paciencia y organización, podemos superar el maratón un verano más. EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León se ha puesto en contacto con Luis Ángel Romero, Vocal Presidente por Soria del Colegio de Psicólogía de Castilla y León. El objetivo está claro no hay que evitar salvar estos dos meses como podamos, “hay que disfrutar todos juntos y salir reforzamos”, indica.
Lo primero que tenemos que asimilar es que el problema no es de los niños, es de los padres. Y por lo tanto, “no hay que sentirse culpable por no tener el tiempo en verano para poder estar con nuestros hijos”, matiza Romero, que reconoce que son muchos los padres que sienten “angustia” por no poder aprovechar el tiempo libre de sus hijos y no compatibilizar “la vida de ocio con la laboral”. Por eso, recomienda que pensamos que tenemos “mucho tiempo y muchos días”, pero claro, hay que saber organizarse.
Partiendo de cada modelo familiar “es un mundo”, el psicólogo reconoce que hay que saber organizarse “en función del tiempo” con unos principios básicos. No es bueno dejarlo todo para última hora y apuntar a actividades o campamentos de verano “lo hacemos con angustia, contra reloj y eso lo deberíamos hacer relajados”. Romero apuesta por buscar actividades de verano que podamos hacer en familia.
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Por supuesto no hay que hacer lo que los padres quieran, hay que “escuchar a los niños para saber qué es lo que quieren hacer”, pues es “su tiempo libre” y recuerda que “son niños pero no tontos”.
Cambiar el chip
Pero si hay un concepto que tiene estar presente durante los dos meses y medio de verano es el de “cambiar el chip”. Es cierto que vamos a llevar “otra rutina”, explica el psicólogo, pero eso no quiere decir que sea un desmadre. No nos vamos a levantar a las 7 como en el invierno para ir al colegio, pero en este caso habría que marcar unas pautas para todos los días veraniegos. Por ejemplo, comenta Romero que levantarse a las 9.30 horas, y comenzar con una serie de hábitos. Lo mismo ocurre con los horarios de comida y de irse a la cama, hacer “horarios más flexibles, modificados, pero siempre lo mismo”.
Deberes
Y otro de los grandes dilemas de las vacaciones de verano es la de realizar deberes o no. En este caso todo dependerá de la edad, ya que no es lo mismo en niños que en adolescentes. Por ejemplo, los más pequeños que están todavía en fase de aprendizaje de lectura o de aprender operaciones matemáticas, “sí es bueno que trabajen de forma lúdica algunos conceptos”, apunta. Por ejemplo, leer cuentos, ver películas y luego hacer que te la cuente, o jugar a cuántas veces se mete en la piscina, juegos de ese tipo. En los adolescentes todo esto cambia. Ahora bien, el psicólogo soriano cree que no es bueno aprender contenidos concretos de materias como Historia o Ciencias.
Luis Ángel Romero lleva más de 25 años de profesión y ha podido comprobar la evolución que la sociedad tiene a la hora de organizarse las vacaciones de verano. Que tanto padre como padre trabajen, lo cambia todo. Por eso, introduce en el debate otro concepto que desgraciadamente está cayendo en desuso: el pueblo. “Antes todo era diferente. Allí tienes más libertad, tranquilidad y sí son auténticas vacaciones, que sirven para socializar, otro concepto que es básico durante el verano”, expresa. Por eso, “si tienes un pueblo con abuelos donde poder estar, tienes un tesoro”, apunta.
Por último, y no por ello menos importante, Romero advierte a los padres de contar con un ciberamigo de verano. Es decir, las pantallas de ordenadores, tablets o teléfonos móviles. Son muchos los padres que intentan paliar su falta a base de la tecnología, algo que no es bueno. “Hay que evitarlo y controlarlo, porque aunque las campañas de marketing nos digan lo contrario, hay que evitarlo”.
Mucha paciencia, saber aprovechar el tiempo y esperar a que el 7 de septiembre llegue pronto.