R. Travesí / ICAL
Casi seis de cada diez opositores de Castilla y León, en concreto el 54,7 por ciento, trabaja y prepara sus exámenes de forma simultánea para conseguir una plaza en la administración pública y así lograr una estabilidad en el empleo. Un 40,3 por ciento tiene un trabajo a jornada completa y un 14,4 por ciento, a media jornada, por lo que puede dedicar menos tiempo al estudio. El resto (45 por ciento) dedica todo su tiempo a estudiar el temario de la oposición, que es cinco puntos más que la media nacional.
Los castellanos y leoneses son los cuartos que más opositan de España, solo por detrás de Andalucía, Madrid y Valencia. Y es que la pandemia ha acelerado la decisión de un opositor a comenzar a preparar los exámenes para conseguir una plaza en la administración pública y así lograr una estabilidad en el empleo. No en vano, casi la mitad de los opositores (47 por ciento) de la Comunidad reconoce que la crisis generada por el COVID ha influido "mucho" o "bastante" en su decisión para comenzar a preparar la oposición en los dos últimos años.
La III Radiografía del opositor español 2021, elaborado por la plataforma 'online' OpositaTest y recogido por la Agencia Ical, destaca que cuatro de cada diez opositores de Castilla y León se prepara para más de dos convocatorias de exámenes. Un porcentaje que es cinco puntos más que la media nacional. Además, un 32 por ciento estudia dos oposiciones y un 28 por ciento, solo una. En cuanto al ámbito al que pertenece la oposición, el 26 por ciento es para una plaza de la administración autonómica y un 13 por ciento para una local. El grueso se concentra para una oposición del ámbito nacional con el 61 por ciento.
OpositaTest destacó la evolución “muy notable” del perfil del opositor, que la plataforma ‘online’ de preparación de test analiza desde 2019. “Este último estudio arroja datos de un nuevo opositor que compatibiliza en mayor medida la preparación de la oposición con un trabajo y que, por tanto, puede dedicar menos horas al estudio, que se prepara para dos o tres oposiciones de forma simultánea para tener más opciones dado que los plazos desde la administración y dependiendo del Ministerio pueden llevar retrasos en la convocatoria de hasta dos años”, precisó.
Tras realizar entrevistas a 320 opositores de Castilla y León, el estudio concluye que el 43,4 por ciento es nuevo en el mundo de las oposiciones y prepara, por vez primera, una prueba de estas características para lograr un empleo público y fijo. Algo que se refuerza con el dato de que el 32 por ciento de los castellanos y leoneses que participó en la encuesta lleva menos de un año con la preparación. Eso sí, ganan los ‘veteranos’ ya que el 38 por ciento lleva entre dos y tres años. “Estamos ante un incremento notable del número de personas que está opositando por primera vez, hasta el que punto que el número de suscritos en OpositaTest aumentó un 50 por ciento el año pasado, hasta contar con una comunidad de más de 775.000 opositores”, significó la plataforma.
Un dato relevante que arroja el estudio es que los aspirantes de la Comunidad opositan en mayor medida al grupo C2, uno de los más bajos que permite optar a un puesto de auxiliar administrativo ya que el nivel de estudios requerido es el graduado en ESO. En concreto, es elegido entre el 38 por ciento de los encuestados, nueve puntos más que la media nacional. Le sigue, con el 35 por ciento los que optan por presentarse a un examen del grupo C1, equivalente a auxiliar. Solo el diez por ciento opta por las oposiciones más exigentes, de A1.
Y es que el objetivo para ocho de cada diez personas es buscar una estabilidad laboral, un puesto fijo para "toda" la vida, más allá del salario, y otro seis por ciento persigue un salario adecuado. Solo un 14 por ciento elige esta opción como "algo vocacional", aunque esa motivación varía en ciertas oposiciones para convertirse en juez o fiscal o agente de policía.
El deseo de estabilidad puede estar relacionado con la edad de los opositores, ya que el 56 por ciento de los aspirantes a una plaza fija tiene menos de 40 años. Un porcentaje que en España baja al 52 por ciento. Lo habitual es que sea una mujer, en torno a los 40 años, con formación universitaria. El perfil del opositor en la Comunidad se completa con que el 31 por ciento tiene hijos, un 34 por ciento vive con sus padres y un doce por ciento no tiene experiencia laboral, tres puntos más que la media nacional.