'Nuestros pueblos, nuestra fortaleza' vuelve con fuerza a la provincia segoviana. Así lo ha anunciado esta mañana el presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente, presentando la tercera entrega de la original campaña institucional que reivindica el valor del mundo rural, y que ha sido creada por Audacia Comunicación. La periodista segoviana Tam Alvalaz, ha sido la encargada de coordinar las historias que se presentan en esta nueva edición.
El proyecto muestra seis testimonios reales de personas que han elegido vivir en un pueblo y demuestran así, como han resumido en el acto de hoy, "la capacidad de reinventarse que tienen nuestros vecinos y, sobre todo, la cantidad de posibilidades que ofrece nuestra provincia, sin que a veces nos demos cuenta". El objetivo principal es demostrar que Segovia tiene mucho futuro y una infinidad de posibilidades, aunque sea desde el rincón más pequeño y desconocido.
El concepto ha cambiado en esta tercera entrega. En anteriores ocasiones, la institución provincial utilizaba el lema "volveremos a hacer historia", mientras que en esta ocasión se ha desterrado este concepto. Como ha resumido el presidente de la Diputación, este año, ya sin mascarillas y "casi sin miedos", están convencidos de que Segovia "ya ha hecho historia en estos años tan difíciles" por todo lo que ha enseñado en este contexto tan complicado.
Una reivindicación del mundo rural: historias que marcan
Entre los testimonios, destaca la historia de Natalia y Ronaldo. Esta pareja vivía en el centro de Madrid y dio la vuelta al mundo durante 14 meses, y posteriormente a semejante periplo, encontraron en el municipio de Fuentemizarra su inspiración para escribir, además del mejor lugar para que sus hijos Nilo y Leo puedan crecer y vivir la mar de felices.
Al hilo de esta historia, Miguel Ángel De Vicente ha bromeado diciendo que "tal vez ayudemos a muchos a colocar este pequeño pueblo de nuestra provincia en el mapa". Esta campaña también nos lleva a Castrillo de Sepúlveda, donde Nuria y Otero han encontrado la felicidad al volver a su pueblo para fundar Territorio Rampinge, una empresa con la que han ayudado a descubrir los beneficios de la marcha nórdica a muchos habitantes de la comarca nordeste.
Otro testimonio es el de Antonio, brigadista forestal que forma parte de las cuadrillas de la Diputación de Segovia en El Espinar y volvió a su pueblo a vivir, o el de Ana, que se quedó en San Cristóbal de Segovia para fundar Amapola. Este proyecto es una marca de cosmética natural con miras internacionales. "Si algo caracteriza nuestra tierra, es el contacto continuo con la naturaleza”, ha subrayado el presidente de la Diputación.
Una tierra con futuro: la gran apuesta por evitar el éxodo juvenil
Los más jóvenes y el propósito de que se queden en los pueblos es una pieza clave de la campaña presentada este martes. Un ejemplo es el de Alberto, vendedor ambulante que va cada día de pueblo en pueblo para vender sus frutas y verduras.
Contra los que no creen en esto y piensan que es cosa del pasado, De Vicente ha reivindicado que esta actividad "tiene mucho futuro" y es clave para que "siga habiendo vida en los pueblos". La última protagonista rebosa juventud, se llama Sara, ganadera que tiene su propia explotación y "lleva el medio rural en las venas".