Uno de cada tres adolescentes de Castilla y León hace un uso problemático de Internet y las redes sociales, es decir, se conectan con una elevada frecuencia y ello conlleva un alto grado de interferencia en su día a día. Además, uno de cada cuatro podría estar siendo víctima de ciberacoso, y uno de cada cinco podría tener ya un cierto nivel de adicción a los videojuegos. Así lo detalla Unicef en su informe 'Impacto de la Tecnología en la Adolescencia. Relaciones, Riesgos y Oportunidades', en el que han participado 19 centros educativos de la Comunidad. "Este informe pretende poner a disposición de las instituciones responsables y de la sociedad datos objetivos sobre los hábitos y patrones de uso de las tecnologías, y también sobre las motivaciones, creencias o expectativas que tienen sobre ellas", ha señalado Eugenia García Rincón, presidenta de Unicef Comité Castilla y León, en una rueda de prensa en Valladolid en la que ha estado acompañada por Rocío Gutiérrez, coordinadora de Unicef Comité Castilla y León; y Belén Andrade, responsable de campañas de sensibilización de Unicef España.
El estudio recoge las opiniones de 2.885 estudiantes de entre 11 y 18 años de Castilla y León, y ha sido realizado a través de una encuesta. De los participantes, el 89,9% se conecta a Internet todos o casi todos los días, el 25,2% pasa más de cinco horas diarias conectado y la cifra asciende al 45,3% durante el fin de semana.
El 93% de los adolescentes dispone de un teléfono móvil con conexión a Internet y la media de edad en la que los niños adquieren por primera vez este dispositivo es a los once años. Más del 50% de los alumnos acude a los centros escolares con el móvil y seis de cada diez reconocen dormir con este. Uno de cada cinco, además, reconoce conectarse todos o casi todos los días después de las doce de la noche, lo que incrementa los riesgos.
En cuanto a las emociones que manifiestan los adolescentes cuando se conectan a la red, un 96,9% de estos afirman sentir alegría; un 81,3% señala sentir relajación y un 79,5% afirma sentir diversión. Sin embargo, del inform se desprenden datos preocupantes relativos a las prácticas de riesgo que conlleva el uso de la tecnología entre los jóvenes. En este sentido, el 40,3% de los encuestados asegura haber recibido alguna vez mensajes de contenido erótico o sexual; el 34,8% ha visitado páginas de esta índole; y uno de cada diez ha recibido una proposición sexual por parte de un adulto a través de las redes sociales o de videojuegos.
Además, el 57,4% de los adolescentes de Castilla y León ha aceptado alguna vez a un desconocido en las redes sociales, y el 18,3% de estos ha llegado a quedar con personas que han conocido a través de estas. Los propios adolescentes identifican el ciberacoso, la sextorsión o el acceso a contenidos inadecuados como los principales riesgos que presenta la tecnología. "Es importante que los padres y madres puedan supervisar los contactos que mantienen sus hijos y conversar sobre sus amistades digitales para evitar posibles situaciones de riesgo", ha apuntado Eugenia García.
Juegos y apuestas online
Se estima que 2.700 estudiantes de la ESO en Castilla y León han apostado dinero a través de juegos online alguna vez en su vida, y el 39,6% afirma que lo hizo para ganar dinero. El gasto medio mensual no suele exceder los diez euros, pero el 18% de los adolescentes se gasta más de 30 euros cada mes a través de videojuegos o webs de apuestas.
Al menos uno de cada diez adolescentes que juegan online podrían llegar a desarrollar una adicción al juego. En Castilla y León, esto supone un 15,5% de estos, cuyos niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida se verían afectados.
Los hábitos familiares también influyen en el uso que los menores hacen de la tecnología, como el uso del móvil por parte de los progenitores durante los ratos de ocio o las comidas. El 26,8% de los adolescentes asegura tener discusiones con sus padres, madres o cuidadores a causa de la tecnología al menos una vez a la semana, a pesar de que solo el 32,1% de los adultos ponen límites o normas sobre el uso de Internet a sus hijos, un 27,3% limita las horas de uso y un 14,2% limita los contenidos a los que pueden acceder los menores.
Según Unicef, "a la vista de los resultados del informe, la lucha contra el acoso escolar y el ciberacoso deben ser una prioridad, puesto que se han detectado tasas de victimización sensiblemente más altas que las que ofrecen las estadísticas oficiales. Es necesario también tomar medidas para reducir las preocupantes cifras de sexting, contacto con desconocidos o posibles casos de grooming (forma de pederastia vinculada a Internet y las redes sociales), así como abordar el uso problemático de las redes sociales y posibles adicciones a videojuegos. Cuestiones que, a la larga, pueden repercutir en la salud mental de los adolescentes".
Por ello, Unicef recomienda a las familias que cuenten con herramientas para poder ejercer su labor educativa y de acompañamiento a los adolescentes en su uso de la tecnología, que los propios adolescentes reciban la información necesaria, tanto para poder comprender los riesgos como para poder denunciar situaciones de abuso y que las instituciones diseñen estrategias de prevención más eficaces y promuevan políticas más contundentes para la protección de los niños y su imagen en la red. Por su parte, señalan que "la industria tecnológica tiene que garantizar la protección de los adolescentes a través de, por ejemplo, recomendaciones claras de uso y privacidad de los datos personales en la red".