Silvia Arderíus: "El deporte femenino está en pleno apogeo. Creo que hoy en día estamos teniendo un tirón que hay que aprovechar"
Silvia Arderíus (Madrid, 1990) no deja de cosechar éxitos. Acaba de ser campeona de la Liga de Balonmano Guerreras Iberdrola tras su primer año en el Super Amara Bera Bera de San Sebastián y acumula otros títulos como MVP de la temporada 2017-2018 y Máxima Anotadora y Mejor Central en las temporadas 2016-2017.
La madrileña se dedica al balonmano desde que en el colegio se apuntó con sus amigos a un equipo mixto. Tomar esta decisión a los 13 años le ha llevado a ser 17 veces internacional con la Selección femenina de España y a jugar su primer Campeonato del Mundo el pasado diciembre. Aunque para Silvia no todo es el deporte, en estos años también ha sacado tiempo para estudiar nada menos que dos carreras, por si en el futuro no le es posible vivir sólo del balonmano.
¿Cómo empezaste en el balonmano?
Empecé a jugar a balonmano en mi colegio, lo típico: se apuntan tu amigos a jugar y tú te unes a ellos. Empezamos en la categoría infantil (13/14 años) en la que todavía se puede jugar en equipos mixtos y competíamos en la liga de los chicos. Luego, cuando pasé a cadete (14/15 años), ya no se podía competir en equipos mixtos, así que tuvimos que separar los equipos y entonces fue cuando me fui al Alcobendas (Club Balonmano Alcobendas).
¿Notabas muchas diferencias entre chicos y chicas?
No, yo tuve bastante suerte en este caso y seguramente incluso me trataban mejor, me cuidaban mucho todos los chicos. Éramos solo 3 chicas en el equipo y algunas lo fueron dejando hasta que me quedé yo sola. Me trataban muy bien, eran mis amigos y lo siguen siendo a día de hoy. Pero sí que es verdad que físicamente llega un punto en el que hay mucha diferencia y llegas a una categoría en la que ya no es posible competir juntos.
¿Cómo es compaginar una carrera universitaria con la competición profesional?
He estudiado Magisterio Infantil y Administración de Fincas y aunque con algunas dificultades,
si tienes suerte con la universidad y te ponen algunas facilidades, te permite compaginarlo. Al principio empecé
estudiando Fisioterapia y ahí sí que fue imposible. Tuve que dejarlo porque la universidad en la que estaba no me
ponía facilidades y teníamos algunos entrenamientos por la mañana. Como es una carrera muy práctica, creo que en
ese caso es muy difícil compaginarlo a nivel de horarios, pero si te sabes organizar bien eres más o menos
estudioso, puedes sacarlo. Además creo que es importante tener algo más que el deporte, porque ahora mismo es
complicado vivir sólo de eso.
Tienes que tener mucha suerte para vivir solo del deporte y aunque puedas vivir ahora en un momento
preciso, lo que no puedes es desde luego llegar a retirarte y vivir de lo que has ahorrado, eso sí que es
totalmente imposible. Yo creo que es importante irte formando para que el día que quieras dejarlo o mientras lo
practicas, poder trabajar.
¿Cómo crees que ha evolucionado el deporte femenino en los últimos años?
Ahora mismo el deporte femenino está en pleno apogeo. Creo que hoy en día estamos teniendo un tirón que hay que aprovechar. Aprovechar la difusión de empresas como Iberdrola, por ejemplo, que están impulsando todo el deporte femenino. Nos están dando lo que más falta nos hace, que son recursos, sobre todo económicos, y a nivel de visibilidad que también creo que es fundamental. Hay que intentar cuidar el producto y sobre todo saber venderlo bien para que la gente se interese e intente practicar nuestro deporte y seguirlo más.
¿Qué supone el apoyo de grandes empresas para el balonmano?
Además del apoyo económico, supone una gran ayuda a nivel de visibilidad. El hecho de que tú me
estés llamando hoy para preguntarme sobre este deporte, que salgamos en un periódico o en otro. Que se hable de
nosotras es lo que hace falta. Mucha gente no sigue nuestro deporte porque no lo conoce. Yo estoy convencida de
que si se viera más, se siguiera más, si se conociera más, tendría más afición.
El apoyo de estas empresas es fundamental, porque las instituciones públicas han tenido que recortar
subvenciones y ayudas y creo que necesitamos de empresas privadas como Iberdrola que apuesten por el deporte e
intenten impulsarlo.
¿En qué aspectos notas el crecimiento del balonmano femenino?
Yo creo que hoy en día en los pabellones sí que vemos más afluencia de público y creo que viene dado por esto de que se está vendiendo mejor el producto. Estamos teniendo más repercusión en redes sociales y se está tratando más mediante estos medios que hoy en día son fundamentales y eso a lo mejor hace que vaya más gente a los pabellones. Yo me doy cuenta también porque más niñas se paran y te piden una foto o porque te escriben por redes sociales. Hay más gente que está viendo y está teniendo referentes de deporte femenino y se está interesando más por esos deportes.
¿Aún queda camino por recorrer para lograr la igualdad en el deporte?
Queda muchísimo, pero ya te digo que yo creo que ahora es el momento justo para intentar
aprovechar ese impulso que nos están dando e igualar un poquito más las cosas.
Creo que lo principal es que la gente conozca el balonmano en general. Que los chicos hayan ganado todo
lo que están ganando en los últimos años es también fundamental. A partir de ahí intentaremos mostrar que el
balonmano femenino también es atractivo. Hay diferencias por el físico pero eso da lugar también a que se den
otros sistemas de juego y creo que tiene muchas cosas buenas. Por supuesto yo creo que es un éxito conjunto, no
creo que tengamos que diferenciar entre masculino y femenino tanto y tenemos que intentar apoyarnos en sus logros
y en sus éxitos.
En 2017 jugaste por primera vez el campeonato del mundo con la selección, ¿cómo es jugar un torneo de ese nivel?
Fue una experiencia única, porque cuando vas a otros países (el Mundial fue en Alemania) con otras selecciones ves todo lo que aquí ansiamos conseguir para el balonmano. Es otro mundo, es un nivel de profesionalidad que te encanta ver porque es lo que tú deseas. Esas chicas sí que viven de su deporte, se dedican única y exclusivamente a ello y esto les permite tener también más tiempo para cuidar aspectos físicos y de alimentación. Son profesionales 100% como aquí puede ser un futbolista. Además, en los países nórdicos las deportistas de balonmano femenino son estrellas, son reconocidas y tienen esa repercusión en sus países que nosotras queremos tener.
¿Qué momento de tu carrera destacarías?
Fue muy especial la consecución de la Liga Guerreras Iberdrola el año pasado porque era mi primer título, pero creo que destacaría los años en Alcobendas, que al final era mi club de siempre donde jugaba con mis amigas de toda la vida. El penúltimo año que estuve allí quedamos terceras en la Liga Iberdrola, jugamos una Copa de la Reina en casa y esos fueron momentos muy especiales.
¿Qué otras metas tienes en mente para el futuro?
Intentar ganarlo todo, sobre todo a nivel colectivo. El año pasado gané mi primer título a nivel de clubes y este año me gustaría mucho repetir. Aquí en el Bera Bera el objetivo siempre es ganar en todo lo que se compite así que este año tenemos la Liga Guerreras Iberdrola y tenemos la Copa de la Reina, que se nos escapó el año pasado. También este año tenemos por delante una eliminatoria de competición europea, la Copa EHF, y si la pasamos entramos en la fase de grupos. Hace varios años que un equipo español no se clasifica para fase de grupos y sería algo muy importante para nosotras.
¿Algún referente?
Sería complicado elegir ahora mismo, pero creo que hay jugadoras que ya no tanto por sus logros deportivos sino por lo que están haciendo por el deporte femenino como Jennifer Pareja (waterpolo) o Sandra Sánchez (kárate), que están haciendo cosas muy importantes por nuestro deporte, por impulsarnos y que son una gran referencia para todas.