Conseguir que el café no se te quede frío mientras desayunas con Miguel Ángel Silvestre no es sencillo. Rara es la persona que no se acerca a saludarle para darle la enhorabuena por su trabajo en Velvet o tomarse una foto con él. Aún así, el joven maneja la situación con amabilidad. "Termino la entrevista y te atiendo", contesta. 

A pesar del dolor en su mano derecha, mantiene la sonrisa. "Ayer le di un puñetazo sin querer a Peter Vives", cuenta mientras enseña el vídeo en el que se le ve golpeando a su compañero y que tras la emisión del capítulo ha colgado en redes sociales.

No me canso de aprender. Siempre me pongo en duda.

"Una vez más, lo siento. Teníamos tantas ganas de que quedara realista que al final terminamos quemándonos", escribía. Unas palabras que describen a la perfección a Silvestre, alguien impulsivo, cordial, con ganas de comerse el mundo. 

"No me canso de aprender. Siempre me pongo en duda. No tiendo a pensar que me ha salido bien. Me gusta rodearme de gente que tenga buen criterio", comenta de forma sincera. 

Tras el final de Velvet -esta noche en Antena 3, a partir de las 22:30 horas-, Silvestre comienza la promoción de Sense 8, la serie que ha rodado con los hermanos Wachowski para Netflix y que le mantendrá un tiempo alejado de España. Por ello estos días no duda en pasar tiempo con su madre, la mujer de su vida. "Es la persona que más admiro", confiesa.

¿Has aprendido a pronunciar Velvet?

De hecho creo que no va a ser el último episodio con Pablo Motos de Berbel.

Se te ve muy cómodo haciendo comedia...

Sinceramente es donde mejor me lo paso. Haciendo ese tipo de comedia. Lo más cómico que he hecho fue Los Pelayo. Lo disfruté mucho, era una comedia más absurda. Quizá el personaje de Pedro en Los Amantes Pasajeros también era más cómico. Y si no se rieron es que no se me dio bien. ¡Qué ganas tengo de hacer una película así! Me lo paso muy bien. Te vas más relajado a casa.

Me obsesioné en alcanzar una perfección que lo único que me provocaba una infelicidad. 

Triunfas en Velvet, has rodado con los hermanos Wachowski. ¿Se puede decir que vives tu mejor momento?

Vivo mi mejor momento, pero no por el resultado en el trabajo sino por como estoy disfrutando del trabajo. Antes era muy perfeccionista y tenía una obsesión por hacerlo bien y mucho miedo porque se convirtiera en una moda. Después del éxito de Sin tetas no hay paraiso, yo mismo me obsesioné en alcanzar una perfección que lo único que me provocaba una infelicidad. Poco a poco tuve que digerir que lo espontáneo sale desde la diversión, del juego, del disfrute. Me he tenido que esforzar en moverme en esos valores. Ahora me encuentro en un momento donde reconozco mis limitaciones, reconozco lo que se me da mejor, y simplemente intento jugar con la baraja lo mejor que puedo disfrutando.

¿Qué te hizo cambiar?

El ver que no era feliz trabajando. Hay frases que se te quedan. Jorge Drexler me vio una vez trabajar y me dijo una frase que se me quedó grabada: “La perfección ofende a los dioses”. Al final he entendido que si quieres dejar un jardín perfecto, te lo terminas cargando porque está muerto.

 Con los años iré dando más y más calidad porque tengo mucho tesón, dedico muchas horas y tengo inquietudes.

¿Dónde te ves más fuerte como actor?

Me reconozco a través del tenis. Quise ser el mejor tenista del mundo sin tener el mayor talento del mundo. Sabía que eso requería muchas horas de entrenamiento. Después decidí que no lo iba a conseguir. Creo que eso se quedó conmigo. Dónde me veo fuerte es que creo que con los años, si no me abandona la pasión, iré dando más y más calidad porque tengo mucho tesón, dedico muchas horas y tengo inquietudes. Veo mucho cine, disfruto con el trabajo de otros compañeros, intento estar lo más permeable posible para aprender. No me canso de aprender. Siempre me pongo en duda. No tiendo a pensar que me ha salido bien. Me gusta rodearme de gente que tenga buen criterio.

¿Qué películas o series no intentas perderte?

La última película que he visto ha sido Mommy, de Xavier Dolán. Hay varios momentos que me han gustado mucho sobre todo uno en el que la actriz se emociona de una forma muy real, masticando la ira, la rabia, el dolor que me parece sobrecogedor y un aire de motivación. Y de series, en estos viajes para rodar Sense 8, terminé Breaking bad, Orange is the new black y True Detective. Ahora estoy retomando Los Soprano.

Lana me abría mucho los ojos a ver quien soy de verdad y en quien me quiero convertir

¿Cómo ha sido la experiencia de Sense 8 con los hermanos Wachowski?

Ha significado muchas cosas. Han sido los mejores directores/espectadores que he tenido. Todo director pone mucho de su vivencia, pero era impresionante ver a Lana y a Andy tan emocionados. Lana es un ejemplo de autenticidad, de confianza en uno mismo, pero a la vez de muchos años de vulnerabilidad. Ha sido muy bonito estar cerca de una persona que tan comprensiva a distintos tipos de personalidades, a que infancia hemos tenido, en que nos hemos convertido. Nos ha impulsado a encontrar quién eres tu de verdad, sin que el sistema haga que te confundas o que te conviertas en algo que no eres. En los textos que decimos, me abría mucho los ojos a quien soy de verdad y al final en quien me quiero convertir y qué faceta tengo que mimar en este sistema para que no se me vaya la olla.

El papel es todo un reto. Pasas del galán Alberto al personaje gay de Lito...

Lo cierto es que el personaje no sólo es gay. También aparece una figura femenina. Sí, claro, es algo completamente distinto. Lito va a vivir varios obstáculos, uno muy importante personal, que es darse cuenta de quién es de verdad, que le hace feliz y en quién se quiere convertir. Hay una trama que le supera, que le sitúa en situaciones de vulnerabilidad donde lo que sucede por dentro va a tomar más importancia.

¿Te marcas como objetivo el salto a Hollywood?

He tenido la oportunidad de hacer una prueba importante. Y hay un proyecto en el aire. Es una de las cosas que me apetece. Pero si soy sincero, un trabajo que me ha abierto puertas es trabajar con Almodóvar. Yo sé que aunque no me lo hayan dicho, sé que mucho tiene que ver con que Pedro contara conmigo.

Tengo los pies en la tierra más que nunca

¿Tienes los pies en la tierra?

Más que nunca. Soy muy consciente de que en esta profesión el trabajo va y viene. Tienes momentos donde la cosa funciona, otras no. El actor va por edades, por épocas. Por eso la búsqueda del actor debe ser constante. No hay que quedarse cómodo en un personaje o en una expresión. La balada que funcionaba hace cinco años no funciona ahora. En esta carrera va haber muchos triunfos y muchos fracasos. Ojalá haya más triunfos que fracasos.

Siempre te has confesado como un gran admirador de Javier Bardem... 

Sí, es uno de los mejores actores de la historia. Es admirable como nunca se conforma. No sólo disfruto con sus interpretaciones sino que miro con admiracion la capacidad de alguien que siempre está arriesgando a pesar de estar donde está. Fijate el riesgo de hacer Skyfall después de ganar un Oscar. Metió un gol por toda la escuadra. 

Silencio...

Qué bonito titulo. Me gusta mucho. Cuando lo leí en la prensa, pensé: no sé por qué la habrá llamado así. Pero tiene un cierto impacto.