El pasado sábado, María Teresa Campos ofreció una bochornosa entrevista en Sábado Deluxe, en la que no quiso entrar en temas delicados, censuró la emisión de varios vídeos y en la que amenazó hasta con abandonar el plató. Un encuentro con Jorge Javier Vázquez del que el presentador ya dio su versión el pasado martes, y que amplió en la emisión de ayer en Sálvame.
Para Jorge Javier lo sucedido “no es un juego” y no le apetece que Terelu Campos y Carmen Borrego respondan a las críticas el sábado desde Viva la vida. “Terelu, Carmen, a una madre se la protege estando en silencio. No vayáis a la guerra porque la que va a salir perjudicada otra vez es vuestra madre, queráis o no. Vamos a intentar no mentir, no intoxicar y no falsear la realidad”, aclara el presentador.
A continuación, cargó fuerte contra Carmen Borrego, a la que acusó de haberse “cargado la última etapa de la vida profesional de su madre”. “Carmen Borrego es la culpable de que hayamos llegado a este momento, de que Teresa esté viviendo este ocaso. No hay otra. La realidad es la realidad. Carmen, asúmelo, no estás preparada para jugar en esta liga todavía” advertía a la malagueña. “Puedes hacerlo, pero pretendes jugar en una liga muy complicada y no solo tú te llevas palos, sino que luego hay víctimas colaterales”.
También tuvo palabras para Alejandra Rubio, la hija de Terelu, que al parecer dice públicamente que su abuela estuvo muy bien el sábado, pero en los pasillos admite que no. “Alejandra, has quedado como una ridícula. ¿Aquí estás cagada de miedo y por la calle dices que muy bien tu abuela?”.
En el repaso también cargó contra Terelu. “Y Terelu, cada vez que entero de más cosas, muy mal chica. Es una tramposa. Está difundiendo la idea de que yo he convencido a la madre de que viniera a la entrevista. Me parece muy mal, Terelu, eres una mentirosa”. “Cada vez que me entero de más cosas de este clan, creo que está enfermo” añadía.
Sobre María Teresa Campos en concreto dijo que “siempre he reivindicado que los años nos tienen que hace más afables, amables, empáticos, menos resentidos… pero si a los 70 años tenemos cada vez más los rasgos de la soberbia, de la ira y de la prepotencia acentuados, es que algo estamos haciendo mal. Lo de la edad no me sirve porque ella tiene mucha lucidez para darme donde más me duele. Basta ya lo de la señora venerable”.