Segundo pase de Mi casa es la tuya tras la entrevista a Lydia Lozano, esta semana con otro rostro de Telecinco, uno de sus presentadores más emblemáticos, Jesús Vázquez. El gallego, que debuta el lunes en el renovado Mujeres y hombres y viceversa tras el éxito del estreno de Idol Kids de la semana pasada, se abrió en canal en una charla en la que se emocionó especialmente al hablar del caso Arny –una presunta red de prostitución de menores en un bar gay de Sevilla–, en el que intentaron involucrarle, y cómo afectó a su madre, a la que llegó a mentir para que falleciera en paz.
Es una de las manchas negras de la justicia de este país. No se puedo contar algo así si no estaba todo el mundo implicado: policía, fiscalía...
“Hicieron sangre de gente inocente. Yo ni conocía el bar. (…) Mira cómo fue de siniestro todo. Es una de las manchas negras de la justicia de este país. Ahí estaba todo el mundo. No se puede contar algo así si no estaba todo el mundo implicado: policía, fiscalía…”, señaló el presentador, que recordó cómo todos fueron absueltos porque se demostró que “era un montaje”.
Sin embargo, aquel episodio amargo de su vida, en pleno lanzamiento televisivo, dejó una profunda herida no solo en él, también en su familia, sobre todo, en sus padres, que fueron sorprendidos una noche con una llamada para que me personara en un juzgado de la capital andaluza al día siguiente. “No fue con una citación ni nada, no vino un secretario del juzgado. Llamaron a las diez de la noche. Mi madre me llamó llorando”, explicó antes de romper a llorar.
Tras pagar los 6.000 euros de fianza para evitar la cárcel y vivir un calvario de dos años, que terminó con los acusadores retractándose de sus declaraciones ante la policía, Vázquez confesó haber vivido una "muerte profesional". "No podía ir ni a un restaurante porque la gente me miraba como un asesino", aseguró al cantante.
Sin embargo, lo más fifícil para Jesús fue cómo afectó aquel sórdido hecho a su progenitora, cuya salud se vio gravemente afectada. “Me va a costar, pero es algo que tengo que sacar. Mi madre tenía cáncer y empeoró porque estaba sufriendo”, reveló Jesús con lágrimas en los ojos.
Como ya veíamos que se iba (su madre), tuvimos una idea muy chula: mentirle. La mentira más bonita de mi vida
“Estaba destrozada. Como ya veíamos que se iba, tuvimos (sus hermanos y él) una idea muy chula: mentirle. La mentira más bonita de mi vida. Le quitamos la tele del hospital y fuimos los tres hermanos e hicimos un teatro diciendo: ‘ya está, ya se acabó todo’. Y al día siguiente se murió, Bertín. Estaba esperando que pasase”, manifestó el coruñés de 55 años, visiblemente afectado.