Pablo Motos es muy poco dado a conceder entrevistas a los medios y sólo se ha pronunciado sobre las distintas polémicas que ha ido protagonizando en su programa de El Hormiguero.
Una actitud que ha provocado que su imagen pública se haya ido deteriorando con los años hasta el punto de que hace ahora dos años tuvo que contratar una consultoría para mejorar su imagen pública.
Pues bien, parece que el presentador ha perdido ese miedo a hablar con los medios y este fin de semana concedía una entrevista a Liarla Pardo y otra al portal Vertele.
Y es en esta última donde precisamente ha hablado sobre las críticas que ha recibido en los últimos tiempos por sus tan comentadas entrevistas con políticos. "Los políticos solo vienen al programa si hay una campaña electoral o si alguno despierta de repente mucho interés, pero en general, lo evitamos porque se malinterpreta si traes a alguien de un partido político y no traes a los demás", explica.
Asimismo, preguntado por su entrevista al líder de la ultraderecha Santiago Abascal, Motos afirma que no se arrepiente "en absoluto de haberlo traído. Era un candidato más y tenía derecho electoral a estar, igual que lo tuvo posteriormente en el debate…".
"Fue muy desagradable porque, a pesar de que Abascal tenía todo el derecho democrático a venir porque era uno de los candidatos, primero los de izquierdas me acosaron y me amenazaron de forma mezquina por traerlo, y después de la entrevista fueron los de VOX los que me empezaron a insultar y a amenazar por la calle, porque opinaban que puse a su líder contra las cuerdas y que fui a por él", añade.
"El único político al que entrevisté y que no tenía derecho a esa entrevista electoral, porque no tenía representación parlamentaria, fue a Íñigo Errejón, pero me parecía que podía ser un político emergente. Curiosamente por esa entrevista no se enfadó nadie", confiesa.