La incógnita del éxito de Telecinco es un secreto a voces: la cadena tiene la capacidad de sobrevivir a temporadas secas de actualidad con su propio contenido. Las noticias que crean sus propios programas son suficientes como para rellenar horas y horas de espacios como El programa de verano o Sálvame. Pero esta estrategia está comenzando a ser peligrosa incluso para la propia cadena.
Los personajes primarios de Telecinco están empezando a agotarse y han tenido que abrir nuevas agendas para sus reality shows o para rellenar las ocho horas de directo diarias de sus magacines. Ya no vale sólo hablar de Isabel Pantoja. Por eso han empezado a tirar de otros rostros que pertenecieron a espacios más blancos del grupo, amoldándolos al género de Telecinco.
Concursantes de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, Adán y Eva, Mujeres y hombres y viceversa o Un príncipe para… que antes quedaban relegados al olvido tras su paso por el programa de turno, ahora tienen vida más allá. Una posible participación en otro reality show o la aparición de u escándalo que les haga sentarse en la silla del Deluxe son algunas de las nuevas posibilidades.
Supervivientes fue uno de los primeros en llamar a los nombres más potentes de Mujeres y hombres y viceversa para que formase parte de su casting. Ambos están producidos por Magnolia y era cuestión de tiempo que sus caminos se cruzasen. A partir de ese momento, otros formatos como GH VIP o Pasaporte a la isla han seguido la misma estela.
En Pasaporte a la isla han participado cinco nombres de Mujeres y hombres y viceversa, tres de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y uno de Adán y Eva. En total, nueve concursantes han salido de otros programas de Mediaset España que se están convirtiendo en la cantera de los participantes de reality.
Christopher se alzó con el premio final de Supervivientes después de haber aparecido en ¿Quién quiere casarse con mi hijo? como hermano de Rafa. Ahora es uno de los personajes que está salvando el verano de la cadena gracias a los escándalos legales de la familia.
Esta estrategia, beneficiosa a corto plazo, puede traer más de un problema al resto de programas del grupo a largo plazo. Y es que los castings de los busco parejas dejarán de atender a las peticiones exigidas hasta ahora para comenzar a buscar rostros que luego tengan más recorrido en televisión.
En este contexto, los espectadores podrían dejar de confiar en este tipo de formatos que hasta ahora le habían funcionado tan bien a Cuatro. Personajes que funcionaban muy bien entre risas pero a los que se les descubre una nueva cara cuando tienen una cámara encima las 24 horas del día.