El nuevo curso en Las Encinas ya se está preparando. Y como en todos los cursos, nuevos alumnos llegarán para mezclarse con los veteranos y para suplir las bajas. Pol Granch y Andrés Velencoso son los nuevos confirmados para la cuarta temporada de Élite, uniéndose a otros nombres como Manu Rios, Diego Martin, Carla Díaz y Martina Cardi.
Y una vez más, el debate sobre la normatividad de los actores vuelve a abrirse. En el día de ayer, multitud de espectadores acusaban a la serie de apostar por perfiles muy similares, de gran belleza, que no se salen de la norma, y de no abrirse a un abanico más amplio de físicos.
Pero es precisamente lo que busca la serie. Carlos Montero, uno de los creadores de la ficción, confiramaba durante la presentación de la tercera temporada que a la hora de abordar las nuevas incorporaciones para suplir algunas bajas, buscan actores que sean “buenos, inteligentes y que estén buenos, sean guapos y tengan carisma”.
“Élite es lo que es. No es Euphoria”, opinaba sincero Miguel Bernadeau, Guzmán en la serie, a cerca de este tema. "Lo bonito de Élite es que es una serie consciente de lo que es. Y eso lo exprime muy bien. Mucha parte de la historia y de la trama es la estética, tanto de los personajes como las luces, los planos, el vestuario.. Y eso es parte de la historia, que hoy en día está muy de moda".
Georgina Amorós, Cayetana, era aún más directa: “Esta serie es lo que es y uno de los ingredientes es que es para un público más joven que le interesa ver a chicos jóvenes, guapos, semidesnudos, haciendo locuras”.
Por el momento, esta dinámica le ha funcionado a una serie que se convierte en un verdadero fenómeno cada vez que estrena una nueva tanda de episodios. Por ello, no es de extrañar que sus creadores sigan apostando por la "élite" y elijan a actores de buen ver, ya que es uno de sus reclamos principales. Porque sí, hay que ser guapo y estar bueno para formar parte de Élite.