Este viernes 10 de julio se estrena en exclusiva en la plataforma de televisión ORANGE TV Caminantes, la primera serie de ficción original del grupo producida junto a 100 Balas (THE MEDIAPRO STUDIO). Una producción de terror, que verá la luz en horario late night, con la emisión en primicia de los dos primeros episodios.
Al día siguiente, el sábado 11 de julio se podrá disfrutar ya la serie completa, ocho entregas de 20 minutos de duración. Creada y escrita por José Antonio Pérez Ledo (Órbita Laika, Estación Apolo) y dirigida por Koldo Serra (La casa de papel, El Ministerio del tiempo).
El punto de partida es muy sencillo: ambientada en la parte del Camino de Santiago que transcurre en la Selva de Irati, en Navarra, cuenta cómo un grupo de cinco amigos se pierden en el bosque a raíz de encontrarse con un pequeño niño que reclama ayuda.
En la línea de Holocausto Caníbal o El proyecto de la Bruja de Blair, Caminantes está grabada con un estilo de found footage o metraje encontrado; en este caso no hablamos de cámaras de vídeo o cine, sino que veremos todo lo que esos peregrinos pudieron grabar con sus teléfonos móviles antes de que se les perdiese la pista.
Los protagonistas principales de la serie son los cinco jóvenes desaparecidos, a quienes dan vida Daniel Ibáñez (La Valla), Alexandra Pino (Sé quién eres), Carlos Suárez (La casa de papel), Songa Park (Allí Abajo) y Lucas Miramón (Billy Elliot, el musical). Además, completan el reparto los actores Eguzki Zubia (Guernika), Pako Revueltas (La caza Monteperdido), Javier de Córdova (El vecino) y Guillermo de Córdova (El vecino).
Pros y contras de Caminantes
Caminantes es una serie hecha para amantes del terror; no hablamos de una serie mainstream de tono terrorífico como American Horror Story, sino una ficción de puro género, que deleitará al cinéfilo (y cinéfago) que conoce bien los códigos propios del terror.
En algunos momentos resulta complicada de ver; al estar todo grabado con móviles, hay ocasiones en las que no sabes qué personaje es el que está hablando (o corriendo), y como suele ser habitual en los found footage la cámara se mueve tanto que puede molestar, y los gritos o respiraciones fuertes solapadas pueden molestar.
Además, al estar grabada con móviles, se han utilizado aplicaciones y filtros que aquí también se ponen al servicio de la historia, convirtiendo los corazones y los unicornios en un elemento de terror, que hace todo más grotesco.
Lo más interesante de Caminantes es cómo han convertido el Camino de Santiago en un enclave perfecto para una masacre; al más puro estilo de La matanza de Texas, Las colinas tienen ojos y sucedáneos, los protagonistas acaban en un lugar de esos que no salen en los mapas, en los que solo hay árboles a su alrededor (y al que a día de hoy no llega la cobertura). Y en los que las pocas personas que te cruces no te traerán nada bueno a tu vida.
Caminantes transforma las connotaciones habituales de la ruta jacobea de paz y de búsqueda de equilibrio personal en estrés, en angustia y en supervivencia, y lo combina con miedos tan primarios como el mirar qué hay debajo de la cama.
Con ese aire a medio camino entre documental y voyeur te invitan a pensar que esa situación tan remota te puede pasar a ti si te vas con tu mochila y tu bastón a visitar los restos del apóstol. Que España no está tan lejos de esa ‘América profunda’ que se puede ver en las cintas antes mencionadas, u otras del estilo como 2000 maníacos o La casa de los 1000 cadáveres, en las que si tienes un pinchazo en mitad de una carretera secundaria te puedes dar por muerto. Han diseñado un sitio alejado de la sociedad donde hay pobreza material y espiritual, con normas diferentes de las que conocemos.
A partir del capítulo segundo, Caminante ofrece imágenes de unas antiguas noticias, ocurridas 20 años atrás, que a todos nos resultarán familiares a día de hoy. Cómo una pandemia azotó Navarra, y cómo las autoridades no supieron gestionar aquella crisis sanitaria, que implicó la cuarentena de algunos enclaves.
Poco a poco iremos conociendo quiénes son esos salvajes que lanzan piedras y flechas a los caminantes, cómo llegaron hasta ahí y cuál es su forma de actuar. De paso, nos desmantelarán a la familia tradicional española, y demostrará que como en La matanza de Texas, la familia que asesina unida permanece unida.