Segunda semana que los ataques a la gestión del Gobierno hacen acto de presencia en Sábado deluxe. Esta vez, fue Lolita Flores, la invitada de la noche, quien reflexionó sobre algunas decisiones políticas tomadas los últimos meses. “Es lógico que no hayan acertado en muchas cosas (…), pero sí está claro que, si esto lo sabían desde hace tiempo, como dicen, tenían que haber puesto medios. No tenían que haber dejado la manifestación del 8 de marzo”, señaló la cantante.
El análisis comedido de la artista sobre las decisiones políticas durante la pandemia fue atentamente escuchado por Jorge Javier Vázquez, al que en los últimos días le han llovido las críticas en redes sociales y medios por su reprimenda al encendido ataque de Belén Esteban al Gobierno de coalición.
Jorge Javier Vázquez (en 'Sálvame'): "Estáis confundiendo libertad con dar alas al fascismo. Voy a intentar que nunca tengan voz aquí"
“Me siento avergonzada de todos los políticos de este país. Son unos incompetentes”, comentó la colaboradora de Sálvame en la extensa entrevista en Sábado deluxe, con la que regresaba a Telecinco tras tres meses confinada en su casa. Esteban exigió a los responsables políticos más claridad en el número de los muertos y, asimismo, denunció la falta de medios de protección para los sanitarios, además de exigir pruebas PCR gratuitas.
Jorge Javier, que había escuchado atentamente el análisis de la invitada, decidió plantar cara a los comentarios populistas de la de Paracuellos. “Ahora todos somos expertos en coronavirus, sí, sí, debías hacerte epidemióloga”, dijo Vázquez a Esteban antes de irse a publicidad. Al volver, Belén continuó arremetiendo contra la gestión del ejecutivo y asegurando que ella sabía muy bien de lo que hablaba porque lo había vivido en primera persona.
“Me han escrito para decirme que has dejado de ser la princesa del pueblo para ser una Cayetana. Tu intervención me ha parecido un rollazo. No uses ese discurso barato”, dijo. “Estoy hasta el mismísimo de que digas: “Tú no lo vives” y aquí sí que me cabreo porque yo también tengo familia y gente mayor. No vayas con ese rollo barato, así que no me pongas en tu mismo lugar. No te voy consentir que vengas aquí a darme lecciones de nada”, le espetó antes de abandonar el plató asegurando que no le apetecía continuar con la entrevista.
Apenas 36 horas después del mediático desencuentro, las explicaciones de Vázquez se produjeron en La cumbre de la paz de Sálvame. “Estáis confundiendo libertad con dar alas al fascismo. Voy a intentar que nunca tengan voz aquí”, contestó Jorge Javier en una firme defensa de la paradoja de la tolerancia de Karl Popper, que ya ha mencionado en más de una ocasión en sus intervenciones. Esta teoría del filósofo austríaco considera que una tolerancia ilimitada conduce a la desaparición de la tolerancia. “Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal”, defendió el pensador en su obra ‘La sociedad abierta a sus enemigos’.
El discurso de Belén demostró, una vez más, la inquietante polarización del discurso extremista, que se nutre de la división de una sociedad en medio de un escenario enfermedad, muerte y depresión económica.
Pese a que muchos le tacharon de censor, otros tantos aplaudieron su firme oposición al alegato de Esteban. El discurso de Belén demostró, una vez más, la inquietante polarización del discurso extremista, que se nutre de la división de una sociedad en medio de un escenario de enfermedad, muerte y depresión económica.
Esa alocución resulta mucho más peligrosa cuando la defiende un personaje que arrastra a millones de espectadores, sobre los que termina calando una visión sesgada y oportunista de la realidad. Resulta muy desafortunado acusar al otro de no saber realmente lo que es sufrir en medio de esta crisis sanitaria por no hacer uso del transporte público, un error garrafal de la princesa del pueblo porque cada español ha vivido esta crisis de manera muy distinta.
Además, el hecho de no hacer pública esa experiencia no exime de que haya sido también difícil para Vázquez. Entretener a la audiencia en el peor momento, cuando los muertos se contaban por decenas, no es plato de buen gusto ni siquiera para el que tiene la obligación de evadirnos a través de la pequeña pantalla. Las lágrimas de Ana Rosa Quintana el pasado viernes despidiéndose de su programa hasta septiembre son un claro ejemplo de cómo la procesión va por dentro.