Siempre que se habla de cómo queremos que sean nuestras televisiones públicas, la BBC es el modelo a seguir. De hecho, PP y Ciudadanos han pactado una Telemadrid despolitizada "a semejanza de la BBC".
"Ahora queremos ser como la BBC, con temporadas cortas de pocos capítulos que podamos probar con el espectador sin arriesgarnos tanto", decía el director de ficción de TVE, Fernando López Puig, durante el FesTVal de Vitoria 2013.
Hace unos días, además, el desvergonzado PPresidente de RTVE, José Antonio Sánchez, recordaba que la BBC tiene un presupuesto de más de 4.000 millones al año, la ZDF y la ARD alemanas superan los 12.000 millones y la RAI los 3.000 millones. "Nosotros con 948 millones difícilmente podemos competir", apostillaba.
Como a este señor lo que le gusta es manipular, evidentemente no se acordó de comparar el presupuesto de TVE con las que son precisamente sus rivales Mediaset España y Atresmedia.
Pero, claro, en ese caso no le interesaba porque la comparativa deja en muy mal lugar su gestión ya que las privadas, prácticamente con el mismo presupuesto que la pública, consiguen mucho mejores frutos.
No nos desviemos. Volvamos a la BBC. A Sánchez no le interesan estos datos sobre la cadena inglesa. Tanto a él como al Gobierno lo que realmente le seduce es la noticia de que la televisión pública inglesa ha anunciado el despido de unas 1.000 personas en los próximos meses.
¿Por qué? Porque el volumen de la plantilla de RTVE, con 6.400 trabajadores, es un argumento manido siempre que se habla de la necesidad de ajustes en la cadena pública.
La excusa perfecta
Ahora ya tienen la excusa perfecta. Si la BBC, la cadena modelo de las televisiones públicas, despide a 1.000 personas, ¿por qué la tan desprestigiada RTVE no podría hacer lo mismo?
Ese ha sido el objetivo desde el principio: llevar a nuestra cadena a unos índices de audiencia realmente pobres para justificar despidos. No se puede gastar 371 millones de euros en personal para una cadena que no llega al 10%.
"Telemadrid se encuentra obligado a contraer su modelo de contenidos para adecuarse a las circunstancias, lo que permite reducir su estructura de costes y simplificar y flexibilizar su estructura organizativa y funcional", decía el informe requerido por la Comunidad de Madrid y que llevó al despido de 925 trabajadores.
La historia de cómo se llegó a esos despidos ya la saben. En menos de cinco años, Esperanza Aguirre y, ¡oh!, directivos como José Antonio Sánchez, consiguieron que la cadena pública cayera de un 17% de audiencia a un 6%. ¿Les suena?