Perdida se despidió anoche de la televisión en abierto de forma discreta, con la emisión de su capítulo undécimo, dejando completamente cerradas las tramas sobre la desaparición de Soledad.
¡Atención, el siguiente artículo tiene spoilers del final de la serie!
En primer lugar, el episodio descubrió a la audiencia que Milena (Ana María Orozco) y Cruz (Juan Messier) se conocían desde hacía muchos años, pues él trabajaba en un burdel donde ella se prostituía en su juventud.
En un interrogatorio, Cruz le dice a Eva (Melani Olivares) que el comisario valenciano Armero (Manuel Dueso) fue una pieza esencial para el secuestro de Soledad. Inma (Carolina Lapausa), Soledad (Verónica Velásquez) e Ignacio (David Trejos) van a una iglesia, desde donde podrán salir sanos y salvos rumbo a España.
Angelita (Adriana Paz) ofrece entregar a Quitombo si le dan inmunidad a ella y a su familia. Se reencuentra brevemente con Antonio (Daniel Grao) y vuelven a besarse. En la cárcel, Enrique (Antonio Mora) se enfrenta a Checo (Antonio Arcos) y al resto de españoles, que se vengarán de él matando a su novio (Vicente Balanta) de sobredosis.
El comisario Armero va al hospital donde está ingresado Jaramillo (Jaime Valero) con intención de matarlo, pero no lo consigue al encontrarse cara a cara con un compañero. Logrará huir del centro sanitario, y más tarde, se da a la fuga a través del mar.
Milena es despedida de su serie, y comprueba que ya se está quedando sin poder ni protección. Eva contacta con Claudia (María Barreto), la hermana de Cruz, que le lleva hasta Antonio. En La Brecha, Milena se ve cara a cara con Cruz y le pide su ayuda porque él es el padre biológico de Soledad. También descubrimos que él fue quien la liberó de una mafia de prostitución años atrás.
Quitombo descubre que Cruz es el padre de Soledad, pero mata al funcionario de prisiones que se lo cuenta; él insiste en que Soledad es su hija y que eso no se discute. Angelita descubre que Quitombo sigue tomándose la justicia por su mano, matando a jueces. Acude a la casa del patrón, lo seduce, y cuando está en la piscina, lo ahoga hasta la muerte, mientras la policía toma la finca. Milena aprovecha la coyuntura para erigirse como nueva patrona, matando a los secuaces del que era su marido.
Antonio, la hermana de Cruz y Eva se reúnen en la iglesia con Soledad, Inma e Ignacio. La hermana de Cruz paga para que todos puedan volver a España, pero ya sabe la verdad. Que Soledad es hija de su hermano.
Todos van en coche hasta un avión en medio de un descampado, y del mismo baja Milena, que no quiere perder a Soledad, y le dice que Quitombo murió, pero que ahora podrá tener la vida que quiera y amar a quien quiera. Soledad le dice que no irá con ella, pues ella tomará las decisiones de su vida, y que si está dispuesta a aceptarlas, podrá participar de la misma. Claudia entonces interrumpe para que Soledad sepa la verdad, la cual Milena le acaba confesando.
Antonio es extraditado a España, donde le esperaba su familia. Tendrá que cumplir la condena por narcotráfico. En La Brecha, Cruz tiene una visita muy especial: Claudia, Inma, Milena y Soledad, que por primera vez se abraza a su padre biológico.