“Cuidado a la hora de decir cosas”, fue el consejo que Amaia Romero dejó a los concursantes que permanecen en la academia de Operación Triunfo. La ganadora de la edición 2017 visitó el lugar en el que se fraguó su victoria musical y posterior éxito para charlar con los participantes del talent show de La 1 y comentarles su experiencia.
Haciendo gala de su incansable verborrea y espontaneidad, la artista pamplonica advirtió de la repercusión mediática y viral que tienen sus palabras, uno de las cosas que le siguen sorprendiendo dos años después de la experiencia que cambió para siempre su vida. “Yo, que hablo mucho sin pensar, de repente decía algo y tenía una repercusión de la que yo no era consciente cuando lo estaba diciendo”, comentó la compositora.
Yo, que hablo mucho sin pensar, de repente decía algo y tenía una repercusión de la que yo no era consciente cuando lo estaba diciendo
“Recuerdo cuando saqué el primer single, El relámpago, y ese día justo tuve un concierto en el Warm Up Festival y tenía que hacer una colaboración con un grupo mexicano a las cuatro de la madrugada y al salir dije que estaba un poco borracha. Al día siguiente, en vez de los comentarios sobre esa primera canción que lanzaba lo que se dijo fue que “Amaia salió borracha a cantar” y aquellas noticias terminaron eclipsando lo que en realidad era importante”, recordó la navarra.
A continuación, la cantante hizo acto de contrición lamentando su último desliz durante una charla feminista en la Universidad Pública de Navarra, que provocó una vez más la polémica y se convirtió en viral en redes. “Fui sin prepararme nada y dije en un momento dado que este mundo está liderado por hombres, que es totalmente cierto, y luego di un dato erróneo. Dije que Universal solo hay directores hombres y solo señalé lo negativo”, indicó la joven, que tras ver la repercusión de su comentario se dio cuenta de que era mentira porque en realidad hay directivas en su discográfica.
Soy gilipollas, no debo decir esas cosas porque no son verdad
En ese momento, la ex triunfita, haciendo gala de su mítica falta de filtros, reconoció la rabia haber dicho cosas que en realidad no eran ciertas. “Soy gilipollas, no debo decir esas cosas porque no son verdad”, manifestó la cantante, que advirtió a su atenta audiencia la importancia de lo que se dice tanto dentro como fuera de la academia.