Al dejar El Método Gonzo, Fernando González 'Gonzo' no sólo estaba dejando atrás la única oportunidad de presentar un programa con su nombre. También rechazaba cobrar una nómina que "no voy a tener en mi puta vida". Sin embargo, era más importante poder dormir por las noches, no engañarse así mismo.
Nunca se arrepintió de aquella decisión ni siquiera cuando estaba haciendo las maletas para regresar a su Galicia natal y dio por acabada su época en la televisión. Por eso ahora, al ser elegido muy acertadamente para relevar a Jordi Évole al frente de Salvados, aquella firmeza ha sido recompensada.
Fue algo de lo que aprendí tanto, que no me puedo arrepentir
"No estoy más convencido de la decisión, pero cuando la realidad te demuestra que has tomado una buena decisión, es un refuerzo. Y que luego el tiempo haga ver a los demás que esa decisión era la correcta, es como la guindita", explica a BLUPER con motivo del estreno de la nueva temporada del programa de Producciones del Barrio y cuya primera entrega está dedicada al acoso sexual en el trabajo.
Un reportaje que a buen seguro dará mucho que hablar ya que se tratarán testimonios de mujeres que sufireron acoso laboral dentro de grandes empresas como La Caixa o El Corte Inglés. El programa será un homenaje a todas las mujeres que lo han sufrido y que no lo han tenido precisamente fácil para denunciar y un toque de atención a la sociedad en general, que a menudo ha preferido girar la cabeza cuando han visto algún caso de cerca.
Tras este primer programa, Salvados seguirá con atención en próximas entregas las nuevas elecciones generales y las reacciones a la sentencia del Tribunal Supremo sobre los líderes del ‘procés’. En el ámbito social, abordará el tema de los menores no acompañados o ‘menas’, escuchando a sus protagonistas.
¿Cómo fue la llamada para presentar Salvados? ¿Quién la hizo?
Me llamó Jordi directamente, casi a la hora de comer, y no se anduvo por los cerros de Úbeda: "Gonzo, quiero que hagas Salvados. Yo voy a dejar el programa. Lo hemos hablado con el equipo y todos estamos de acuerdo en que tienes que ser tú". Y le dije que no podía decirle que sí, que me tenía que dar 24 horas. Y después le llamé y le dije que iba para allá.
Llevaba muchos años queriendo presentar 'Salvados'
O sea que tuviste un periodo de reflexión...
Yo le dije que no tenía que esperarme para decirle que sí para hacer Salvados. Pero es un cambio importante en mi vida, la comparto con más gente, era dejar El Intermedio... Tenía que reflexionar un poco sobre es. Básicamente quería que mi entorno me dijera lo que yo pensaba: “tienes que hacerlo”. Y me llevó un día.
¿A ti te apetecía ese cambio?
Sí. Yo estaba muy a gusto en El Intermedio, en Globomedia podía seguir haciendo algún documental más como Detrás del muro. Pero que te llame Jordi, que te ofrezca Salvados, lo cual significa que la cadena también ha dado el visto bueno... Llevaba muchos años queriendo presentar Salvados. No quitarle el puesto a Jordi, pero sí poder hacer un programa así.
Cuando se anunció que Jordi Évole lo dejaba, uno de los nombres que más sonó era el tuyo por tu trayectoria. Hace años dejaste El método Gonzo porque entonces no funcionaba este tipo de periodismo. ¿Cómo has vivido tú que ahora sí que funcione aquello en lo que creías?
Lo de El método de Gonzo creo que era más que no funcionaba aquel periodismo, es decir, la idea original no funcionó, pero de lo que estoy más orgulloso es que si la idea para la que me llaman no funciona, yo me voy con la idea. Si el programa cambia, yo lo dejo. No me sentía capacitado para hacer lo que la cadena creía que el programa necesitaba. Si lo hubiese seguido haciendo, hoy no estaría haciendo Salvados ni me hubiese hecho El Intermedio.
Si hubiese seguido haciendo Gonzo, hoy no estaría haciendo Salvados
Yo sé hacer lo que sé hacer. Siempre he intentado ser muy consciente y no arriesgarme a hacer algo que no sé porque eso en televisión significa pegarte una gran hostia y en la tele no hay lugar a dos hostias. Y a mí me flipa este trabajo.
Pero en su día no sería una decisión fácil ya que renunciaste a un importante contrato. ¿Te arrepentiste? ¿Ahora no te sientes reconfortado al ver que tomaste la decisión correcta?
Nunca pensé que me hubiese equivocado con aquella decisión. No hubo un sólo día ni siquiera cuando estuve a punto de irme a Galicia porque no me salía trabajo, porque la crisis era brutal, porque iba a ser padre, y estaba haciendo las maletas y daba por acabada mi época en la televisión, pensé que había tomado una mala decisión.
Yo no dormía. Y eso no puede ser. Lo primero que hay que hacer es dormir y estar tranquilo consigo mismo. En aquel momento necesitaba estar a gusto conmigo mismo. No estoy más convencido de la decisión, pero cuando la realidad te demuestra que has tomado una buena decisión, es un refuerzo.
Fui feliz renunciando a una nómina que no voy a tener en mi puta vida
Recuerdo el día que salí del último método Gonzo. Y era feliz renunciando a una nómina que no voy a tener en mi puta vida. Lo tengo más claro del agua. Nunca más voy a presentar un programa con mi nombre. Pero era feliz porque no me engañé a mí mismo y, sobre todo, no engañaba a la gente que estaba viendo el programa. Que luego el tiempo haga ver a los demás que esa decisión era la correcta, es como la guindita.
De hecho cuando las cosas iban mal no pensaba en que no tenía que dejar El método Gonzo, iba más atrás. Pensaba en aquellas oposiciones para RNE que tenía que haber aprobado. Nunca me arrepentí de haberlo dejado ni haberlo aceptado. Fue algo de lo que aprendí tanto, que no me puedo arrepentir.
¿Te ha quedado algo por hacer en El Intermedio?
Nada, nada. Es una etapa plena de satisfacción en lo personal y en lo profesional. ¿Qué más podía haber hecho? Todo lo que yo podía darle al programa se lo di y todo lo que el programa me podía haber dado, me lo dio.
Por cada descerebrado que hable, hay que trabajar más para que los afectados también puedan hablar
Pero, ¿cerrar alguna historia como la de Ascensión Mendieta?
No. Aquello se cerró y fue muy bonito. Y ahora Franco va a salir del Valle de los Caídos. Luego hay otras historias que son más complicadas. Pero creo que hemos contado la realidad del mundo que se necesita contar en estos nueve años: el cambio climático, refugiados sirios, inmigrantes mexicanos, Melilla, Ceuta, Gaza, Sudán del sur... Le he metido el micro a presidentes del gobierno, a líderes de la oposición, a fachas, a rojos... He hecho todo lo que creo que un periodista debe hacer en este país.
Hablando de Ascensión, cuando ves que a veces se le da más voz a los franquistas que a sus víctimas, ¿qué piensas?
Quizá un poco más convencido de que el trabajo que hacemos es más necesario. Yo no puedo criticar ni a compañeros de profesión ni a periodistas. No lo haré. Pero por cada descerebrado que hable, hay que trabajar más para que los afectados también puedan hablar. Si un tío sale en la tele diciendo que los familiares de las víctimas solo se acuerdan de ellos cuando hay dinero, hay que buscar a víctimas que cuenten que eso es una gran mentira. Dentro de diez años la gente se acordará más de Ascensión Mendieta que de Rafael Hernando.