¿Censurar o no los desnudos en reality shows?
Ni cinco minutos habían pasado del sexto episodio de El conquistador del fin del mundo, el reality de aventuras más extremo de la televisión, cuando teníamos a Aitor ‘Txapela’ (el concursante que pasó por la pareja de desconocidos de Pekín Express) completamente desnudo en pantalla. Ni un solo píxel decoraba la pantalla, el programa mostraba un momento importante para los concursante tal y como sucedió. Al fin y al cabo, la desnudez no era lo importante.
Sorprendentemente, un programa como Super Shore, donde el alcohol, la fiesta y el sexo se convierten en el eje argumental de las tramas, se estrenaba con Mane y Karime duchándose junto a Esteban. Ellas decidieron quitarse la parte de arriba del bañador, pero sus pezones fueron convenientemente difuminados.
Es curioso que el espacio que hace gala del desenfreno censure la desnudez, mientras que un espacio de aventuras no tenga problemas en mostrar a sus concursantes como Dios les trajo al mundo. En ambos casos los participantes habían elegido voluntariamente quitarse el bañador, pero sólo uno de los programas ocultó lo que se había dejado al descubierto.
Está claro que la televisión sabe cómo amortizar el cuerpo de sus protagonistas. Sin ir más lejos, en 2014 se estrenó en España Adán y Eva, un dating show en el que los solteros buscan el amor completamente desnudos. Las dudas iniciales sobre cómo trataría el programa este asunto se disiparon rápidamente: no habría censura. Rápidamente el prime time de Cuatro se llenó de personas que no lucían ni un mísero taparrabos.
Esto no fue todo. Pronto se dio un paso más y los participantes de Adán y Eva empezaron a ser entrevistados en Hable con ellas sin nada de ropa. Incluso Coman entró en Gran Hermano VIP 3 completamente desnudo. Mítica fue la imagen de Jordi González presentando la gala como sin nada mientras la pantalla gigante de plató mostraba al concursante paseando en pelotas por la casa.
En cambio, un año más tarde Ricky decidió correr desnudo por la casa de Gran Hermano 16, pero en esta ocasión el programa le pixeló las vergüenzas. La misma cadena que pidió a Coman que entrase a Guadalix de la sierra con el pito al aire censuraba el de Ricky, y nadie entendió el por qué.
La sorpresa del espectador es evidente, sobre todo cuando Mediaset ha demostrado en varias ocasiones su doble vara de medir cuando hay despelote de por medio. Cuando Karmele Marchante tomó el sol desnuda en Campamento de verano se mostraron las imágenes. No sólo eso, fueron el gran reclamo de una de las galas. El espacio iba mostrando poco a poco su desnudez con un juego en el que iban cayendo hojas que habían sido colocadas con medios digitales para cubrir sus pechos. Una técnica que también uso Sálvame.
Antena 3 también ha mostrado carne cuando ha tenido la oportunidad. Varios concursantes de La isla de los FamoS.O.S. (en todas sus versiones) sacaron a relucir sus vergüenzas. Algunos lo hicieron voluntariamente, como Miki Oca, pero otros fueron pillados a traición en la ducha, como Canales Rivera.
¿Qué ocurre en otros países?
Por tanto queda claro que el tratamiento de la desnudez depende de la cadena. Cada una hace lo que quiere. Podríamos pensar que quizá depende del formato. Pero no. España, Brasil o Estados Unidos, entre otros, no muestran las duchas de los concursantes de Gran Hermano. En cambio, en África, Suecia, Bélgica o Países Bajos no sólo es que se enseñen los vídeos, sino que la web del programa tiene una sección especial en la que se incluyen todos los vídeos de los concursantes desnudos.
En África, Suecia, Bélgica y Países Bajos hay una sección en la web de sus 'GH' para ver a los concursantes desnudos
Incluso algunos reality shows crean un espacio especial en la parrilla para mostrar todo aquello que no parece apropiado para la gala principal. Por tanto no es sólo que se muestre la desnudez, es que se saca provecho de esas imágenes dedicando programas a mostrar esos contenidos.
Italia, uno de los países menos abiertos a mostrar carne, se ha sumado a ese carro. Su versión de Adán y Eva es extremadamente puritana. Absolutamente todo se pixela, por lo que el programa de “búsqueda del amor al natural” pierde parte de su gracia. Conscientes de ello han creado otro espacio, titulado La isla de Adán y Eva XXX, que se emite en late night. Es exactamente el mismo capítulo pero con una única diferencia; en esta ocasión los pezones de las mujeres no se ocultan tras un pixel, todo lo demás sí. Desde luego, y aunque es anunciado como “sin censura”, deja mucho que desear: un programa nudista que oculta la desnudez.
En cambio, otros sí que cumplen con su palabra (y la llevan a límites insospechados). Eden Hotel, un programa emitido en Hungría, también cuenta con dos espacios diferentes. Mientras la gala normal sirve como resumen de las competencias que los concursantes deben enfrentar, así como su convivencia y las expulsiones, otro espacio lleva los contenidos “sin censura” a un nuevo nivel.
En un programa que recordaría a Libertad vigilada es normal que los jóvenes concursantes den rienda suelta a sus instintos, aunque nadie podía imaginar hasta qué punto. Las escenas de sexo que el programa ha emitido son tan explícitas que la noticia ha corrido como la pólvora por todo el mundo. El concurso ha sido catalogado como el primer reality show porno (y es cierto que dejaba menos a la imaginación que alguna película para adultos), aunque esa nunca fue su intención.
Cada país, cada cadena, cada formato, cada concursante puede elegir cómo actuar ante la desnudez. Noemí Merino aseguraba en Brasil que ella siempre se duchaba desnuda en Gran Hermano 12+1, aunque nunca pudimos verlo. Y tampoco hubiese hecho falta. Cada programa centra su acción en un ámbito y ahí está la clave para saber cómo deben tratar la desnudez. Al fin y al cabo, hubiese sido igual de innecesario censurar el pene de Coman en Adán y Eva de lo que lo fue su entrada en GH VIP como Dios le trajo al mundo.