“Bertín Osborne es una de esas personas a las que nadie se atreve a decirle nada”, me contaba estos días una persona que ha conocido bien al presentador de Mi casa es la tuya. Sólo así puede entenderse que en apenas unos días sólo él haya ensuciado tanto su imagen pública.
Todo comenzaba el pasado fin de semana cuando el jerezano concedía una entrevista a El País y, al contrario que el propio medio que tituló con un insulso “Antes compraba voluntades, los demás medios vieron que lo realmente noticiable era que el cantante se cuestionaba qué derechos le faltan a las mujeres en España que no hayan conseguido.
Bertín ha preferido no buscar asesoramiento para intentar explicarse y no ensuciar su imagen
Rápidamente la bola se fue haciendo cada vez más grande y, después de que personajes como Julia Otero o Gabriel Rufián criticaran la actitud de Osborne, éste no dudó en subir vídeo penosamente grabado y en el que se enfangaba aún más soltando en un tono chulesco perlas como que “las mujeres hacen cosas que no hacían antes: juegan al fútbol”.
Lo peor, sin embargo, estaba por llegar. Esta actitud arrogante no gustó nada en las redes sociales, donde algunos perfiles rescataron una entrevista de 1985 en la que el cantante reconocía haber pegado “alguna vez” a una mujer en TVE.
La crisis entonces ya era mayúscula, por lo que lo lógico hubiera sido que el presentador callara o que buscara asesoramiento para intentar explicar qué fue lo que pasó e intentar que su imagen saliera lo menos posible perjudicada.
Sin embargo, ahí estaba nuevamente Bertín, más chulo que un ocho, publicando un nuevo vídeo vergonzosamente grabado en el que se metía en un jardín aún más grande diciendo que a la mujer a la que había pegado era a su hija Claudia cuando era pequeña. Lo sorprendente es que las fechas no cuadraban ya que su hija pequeña nació en el año 1989 y la entrevista de TVE había sido grabada cuatro años antes, en 1985.
El feminismo de Mediaset España
Después de este desatino, el presentador ha optado por el silencio. Sin embargo, el daño ya está hecho. Y es que, en su egoísmo y arrogancia, Osborne se ha olvidado que cada vez que habla está poniendo en un aprieto a la productora y la cadena con las que trabaja.
¿Este señor ha pensado en algún momento en sus compañeros de Mi casa es la tuya? ¿Merecen estos excelentes profesionales que su trabajo quede eclipsado cada vez que a este personaje se le calienta la boca por sus ideas retrógradas?
Está claro que con una crisis así de imagen, una empresa como Mediaset España, que ha lanzado campañas contra el maltrato como la de #DoyLaCara y en la que sus principales rostros apoyaron la huelga feminista del 8M, no va a presentar la nueva temporada de Mi casa es la tuya ante los medios ante el peligro de que los titulares de los medios vayan por el presunto episodio de violencia.
Sin embargo, ya va siendo hora de que le vayan dando un toque como así lo han hecho desde Todo es mentira o Socialité, donde no han tenido problemas en criticar el machismo del jerezano. Y es que, como ha dicho el juez Joaquím Bosch, “gente con relevancia pública diga algo así va contra el principio de la igualdad. No nos hace avanzar como sociedad".