“Quiero daros las gracias porque gracias a vosotros nuestro pequeño programa se ha vuelto un fenómeno cultural. Gracias a vosotros hay 140 chicas Ru mostrando su carisma, originalidad, coraje y talento, por todo el mundo. Y gracias a vosotros, un programa de televisión sobre gente queer , hecho por gente queer y para gente queer ha ganado 9 premios Emmy”.
El programa más queer ha logrado hacer mainstream lo underground
Con estas palabras, RuPaul Charles daba la bienvenida a los espectadores de la gran final de la temporada 11 del Rupaul’s Drag Race a finales de mayo. Una felicitación que podrá repetirse el año que viene, y es que de cara a la próxima edición de los Emmy el formato ha salido bien parado, tanto en su versión tradicional como en sus secuelas y spin-offs All Stars, Untucked, Portrait Of A Queen, y Out of the Closet: en total, el universo de las drags de RuPaul han logrado 14 nominaciones, entre ellas, mejor presentador, mejor formato de telerrealidad, vestuario, maquillaje y peluquería.
De este modo, mama Ru ha logrado hacer mainstream algo que era casi marginal, el arte drag, una disciplina que estaba condenada principalmente a pequeños bares y cabarets, a un universo un tanto underground que ahora tiene seguidores por todo el mundo.
Un concurso no solo para hombres
Tradicionalmente, el drag implicaba que un hombre recrease un personaje exageradamente femenino, ya fuese con apariencia real de mujer, o que elevase la fantasía un paso más allá. Hace ya un año, a RuPaul le preguntaron si incluiría entre sus concursantes a mujeres transexuales que hiciesen drag, y su respuesta levantó ampollas.
RuPaul dijo en 2018 que no aceptaría mujeres transexuales como concursantes
“Probablemente no aceptemos mujeres que hayan iniciado esa transición. Cambia por completo el concepto de lo que estamos haciendo”. A su juicio, “el drag pierde su esencia peligrosa e irónica si no son hombres quienes lo practican, porque en su esencia es una declaración social y un gran ‘jódete’ a la cultura de dominación masculina. Así que, para los hombres que lo practican resulta rompedor, porque es un verdadero rechazo a la masculinidad”.
Muchas voces tacharon de tránsfobo a RuPaul, que acabó corrigiendo su opinión al permitir que mujeres transexuales que hacen drag como Sonique y Gia Gunn volviesen al concurso, ya fuese para el especial navideño o para la edición All Stars de antiguas concursantes. Además, de manera paralela, vimos cómo en otros formatos similares comenzaban a participar no solo chicos.
El éxito de RuPaul’s Drag Race ha hecho que a lo largo de todo el mundo surjan nuevos talent shows en busca de la mejor drag, ya sea con la licencia oficial de RuPaul o inspirada libremente en ella. Así, por ejemplo, surgió House of Drag en Nueva Zelanda, La Más Draga en México, The Switch en Chile o Drag Race Thailand. Además, Reino Unido graba su versión local de Drag Race con RuPaul, y se habla también de una adaptación canadiense.
Lo interesante es que el arte drag ha roto barreras no solo geográficamente. Y es que cada vez se aceptan más perfiles de participantes que se dediquen al ‘arrastre’. En House of Drag participaron 8 drag queens y un drag king, Hugo Grrrl, que acabó ganando el concurso. Poco después de la participación, Hugo se identificó como hombre transexual, y en la actualidad, continúa con sus shows en los que no faltan lentejuelas ni purpurina.
Drags queen compiten ahora contra bio-queens y drag kings
Próximamente, además, veremos la tercera edición de Dragula, el talent show online que dirigen los Boulet Brothers, y que es una vuelta de tuerca a Drag Race: aquí tiene premio ser una drag monstruosa. Por primera vez, el programa va a tener una reina trans, Priscilla Chambers, un drag king, Landon Cider, y una bio-queen, Hollow Eve, es decir, una mujer cisgénero que hace drag. ¡Que gane la más terrorífica!
Alexis 3XL, la mujer que logró ser la mejor drag de México
En México, la segunda edición de La Más Draga aceptó la participación por dúos artísticos (Red Rabitt Dúo) y también de mujeres que hacen drag. Este fue el caso de Alexis 3XL, que combina en sus shows masculinidad y feminidad de una manera singular. Su carisma era enorme, tanto, que acabó ganando el formato.
“Ay, estoy bien contenta. Quiero llorar, pero no voy a llorar porque yo siempre estoy feliz para todos ustedes. Quiero darle las gracias a todos por creerme y apoyarme en mí a pesar de que no soy flaca y por darme la oportunidad de demostrarles que hay muchos drag queens, muy diferentes y diversos”, dijo Alexis 3XL tras su triunfo.
Alexis 3XL fue además la primera 'bio queen' en ganar (y la primera de talla grande)
Y es que además, se da la casualidad de que, tal como indica su nombre artístico, Alexis 3XL es una drag con sobrepeso, una ‘big queen’, la primera que logra una victoria en un concurso así. Y es que precisamente al Drag Race original lo han acusado muchas veces de gordofobia.
Pocas reinas grandes han llegado a la final, ninguna ha logrado la corona, y además, en el transcurso del programa, todo lo que no sea estar delgada es motivo de burla, en especial, cuando llega el momento de “leer” a las compañeras cuando “se abre la librería”. No obstante, podemos rescatar uno de los chascarrillos que Alexis ha usado en su canal de YouTube: "No estoy gorda, estoy diversa".