Mahi Masegosa vuelve a ser concursante de Supervivientes de pleno derecho, tras pasar varias semanas al borde de la expulsión en el Barco Varado junto a Chelo García-Cortés. Y ahora el público debería de darle una nueva oportunidad y hacerla finalista, cuando no ganadora.
La diseñadora de Granada ha sido una nota de color para esta edición del reality de supervivencia extrema de Telecinco, y no solo por sus pelucas o sus bañadores, que sin duda destacan por encima de los de todos sus compañeros.
Aunque haya tenido sus más y sus menos con algunos compañeros (quién no los ha tenido), Mahi es luz dentro de Honduras, como se comprobó al ser recibida de manera eufórica por Omar Montes y Fabio durante la gala del pasado jueves.
Mahi ha logrado sacar una Chelo divertida
Quizá el mayor milagro que Mahi ha obrado en Supervivientes es lograr que Chelo García-Cortés pierda ese sentido del ridículo tan grande que tiene, el mismo que hace que cuando se disfrace en Sálvame esté muy incómoda, casi sufriendo.
Chelo ha regañado a Mahi durante los días que han estado juntas por prácticamente todo. No le gusta cómo es su forma de pescar, le advierte que no cuide el fuego, y muchos más detalles que ponían a la periodista, literalmente, de mala leche.
Mahi sin embargo no se queda con las malas experiencias, y sacaba fuerzas de flaqueza para hacer el ganso. Uno de sus últimos inventos fue fingir que el camión del tapicero ha llegado a la isla, con su amplia oferta de tapizados y especialidad en discoteca, y lograba que Chelo le siguiese el juego. ¡Hasta ha logrado que la García-Cortés se ponga una peluca por su propia voluntad, y que se bañe con ella en el mar!
Y sin olvidar ese maravilloso momento en el que hizo de peluquera a Chelo, que tenía una mano vendada, y se pasó con el champú hasta hacer que la periodista terminase cubierta de espuma. El pasado sábado, en el Deluxe, se comentaba la relación entre ambas, y para Mila, “a la pobre Mahi (Chelo) le ha hecho la vida imposible durante dos semanas”.
La dignidad de hacer “vídeos cagando y no discutiendo”
La chica es todo naturalidad, tanta como para decirle a su novio que está más gordo nada más verlo durante su visita, o para decir que ve la vida de otro color tras hacer de vientre. “He hecho caca y me siento una persona renacida, nueva y dispuestas a comerme la vida” presumía hace unas semanas.
Además, hay que destacar cómo se desvive por las pruebas. La de la semana pasada representando con mímica diversas profesiones para conseguir trozos de tortilla de patata era oro puro, sobre todo, cuando le tocó la más difícil: sexadora de pollos, la cual defendió francamente bien.
Por todo esto y muchas cosas más, Mahi se merece llegar a la final. Porque ha generado contenido, cosa de lo que no todos pueden presumir, y sin que el hilo de ese contenido fuese pelearse con otros como Violeta, Dakota, Carlos o la Pantoja. Y es que, como llegó a decir durante un rifirrafe con Violeta, “yo hago vídeos de mí cagando, que es mucho más dignos que hacer vídeos discutiendo con ella”.