Con permiso de su jefe Paolo Vasile, Ghislais Barrois es probablemente uno de los directivos del audiovisual española qué menos filtros se impone a la hora de hablar. De ahí que cualquier charla con él pueda convertirse en una auténtica masterclass del negocio.
Algo que los organizadores del Festival de Tudela de Lo que viene han sabido ver y este pasado viernes convirtieran al consejero delegado de Telecinco Cinema y Mediterraneo en uno de los protagonistas de las clases magistrales que se han estado organizado durante sus jornadas.
Habría que ver cuánto puede absorber el mercado y después repartirlo porque esto puede explotar
Un momento único para descubrir de primera mano cómo se está viviendo desde uno de los grandes operadores españoles este gran cambio en el consumo audiovisual tras la fuerte y rápida irrupción de las plataformas y cómo se están preparando de cara al futuro.
“No sé si el mercado va a aguantar tanto volumen de trabajo”, advierte el directivo. “Que las plataformas hayan pasado de tener el 15% de su contenido producido en países europeos al 30% lleva a 500 más horas de producción sólo por parte de Netflix. Está fenomenal la obligación, pero creo que hay que recalcularla. Habría que ver cuánto puede absorber el mercado y después repartirlo porque esto puede explotar”, añade.
Y pone como ejemplo la propia experiencia del grupo. “Obviamente tiene su lado positivo, pero es como si hubiera caído una bomba nuclear y me crea cierta preocupación. Me da miedo que si esto sigue creciendo toque la calidad porque la bolsa del talento es finito”, reconoce el francés.
Hacer ahora un casting, montar el equipo técnico, es infernal
“Nosotros, por ejemplo, hemos tenido que hacer 25 llamadas para encontrar un director de fotografía para uno de nuestros proyectos. Hacer ahora un casting, montar el equipo técnico, es infernal. El de Way Down, por ejemplo, ha sido para acabar en el manicomio. Ha sido un parto tremendo”, explica.
Y es que, a todos estos problemas había que añadir que, para el ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales), los actores británicos son considerados extracomunitarios desde el pasado 1 de enero. Vamos, os podría recitar de memoria el nombre de actores irlandeses”, explica Barrois.
Se refiere a la cinta dirigida por Jaume Balagueró y protagonizada por Freddie Highmore, el actor de la aclamada The Good Doctor. Un ambicioso proyecto en inglés para la que cuentan con la ayuda de la francesa TF1, que se encargará de las ventas internacionales del filme.
Ni una película en inglés
“Si por nosotros fuera no haríamos ni una película en inglés. No somos nadie más allá de Andorra. No sólo hay que competir con Estados Unidos o Reino Unido, sino con los demás países europeos. Esta película costaría cuatro veces más”, confiesa.
Si queremos cumplir con la obligación tenemos que hacer una película más grande y en inglés una vez cada dos años
“Lo hacemos por necesidad. Producir ocho películas es estrenar ocho películas con todo lo que ello conlleva. Así que si queremos cumplir con la obligación tenemos que hacer una película más grande y en inglés una vez cada dos años”, comenta Barrois. Eso sí, teniendo claro “las películas que no debemos hacer como cintas de 50 millones de euros basadas en filósofas griegas”, dice en clara referencia a Ágora.
Y es que, junto a Alatriste, la cinta de Alejandro Amenábar ha sido uno de los mayores fracasos de la historia de Telecinco Cinema. De ahí que ahora “Paolo Vasile nos obligue a que tengamos que tener dos tercios de la financiación asegurada, que alguien nos respalde a nivel internacional, que el riesgo lo asuma otro operador”.
A estas dificultades, además, hay que sumarles la promoción. “La fuerza de promoción de Mediaset es única. Sin embargo, con estas películas, al tener actores ingleses es difícil aprovechado. De ahí que ahora hayamos fichado a Freddie Highmore que habla española mejor que yo. Estamos ansiosos de mandarlo a Sálvame”, bromea.
Estamos ansiosos de mandar a Freddie Hihgmore a Sálvame
Para ello habrá que esperar hasta el 27 de noviembre de 2020. Hasta entonces, el grupo tiene por delante los estrenos de Si yo fuera rico, Un mundo prohibido, Malnazidos y Operación Camarón.
En este punto, pregunto si han sido tentados por plataformas para producir no sólo ficción sino cine, Barrois asegura que “ha habido conversaciones. Pero quién manda ahí es el algoritmo. De ahí que cada seis meses cambien de opinión (...) Hay un jefe de una plataforma que me admitió que están produciendo mucho, pero que de quien se fían son de las operadoras históricas y de nuestra capacidad económica”, revela.
Y añade. “Lo que no vamos a hacer es volvernos locos. Somos conscientes de nuestra producción. No podemos producir más de cinco películas al año. Eso sí, no ocuparán espacio en la promoción y habría menos riesgo. Lo que está claro es que no podemos bajar el listón”, aclara.