En 1972, Chicho Ibáñez Serrador, fallecido este viernes a los 83 años, recibía un encargo. Salvador Pons le pedía que idease un concurso, pues en Televisión Española necesitaban uno, y Chicho, que venía de la ficción en televisión con Historias para no dormir, se lo tomó como un desafío, a la vez que un pasatiempo. Estudiando lo que se hacía entonces, llegó a la conclusión de que los concursos se apoyaban por aquel entonces en tres fórmulas: o eran de preguntas y respuestas, o de pruebas de habilidad, o juegos psicológicos y de azar. Ibáñez Serrador mezcló los tres tipos de concursos y por ello llamó al suyo Un, dos, tres.
Pero Chicho fue un paso más allá y creó figuras que hasta entonces no existían, como la de un personaje que insultase a los concursantes, en este caso Don Cicuta, un rol del que después beberían programas internacionales como El rival más débil;igualmente, fue pionero en España en introducir chicas en minifalda por los platós, tal como admitía él mismo.
Un programa que al principio se negaba a firmar
Para muchos, Chicho estaba tirando su carrera por la borda al aceptar un concurso, que se veía como un género menor; incluso su padre, el insigne Narciso Ibáñez Menta, le preguntó si estaba loco. Tanto miedo le metieron en el cuerpo que durante los dos primeros meses su nombre no aparecía en los créditos. No fue hasta la novena entrega cuando comenzó a firmar su obra.
“Es la mejor fórmula de concursos que ha habido hasta ahora; es que lo tiene todo. Ahora me doy cuenta de que le puse todo lo que había, inventado por mí o no. Y funcionó, y sin ninguna duda marcó una gran época en España y cambió la concepción del concurso en Europa. Así de fuerte”, explicaba el cineasta en el libro ‘Cine fantástico y de terror español 1900-1983’.
El concurso catapultó a multitud de celebridades durante todas sus épocas. En él empezaron María Casal, Victoria Abril, Lydia Bosch o SIlvia Marsó, pero también Luisa Martín, Silvia Abascal, Dani Martínez, o incluso Martes y Trece, cuando eran un trío.
Es el programa sirvió a Olé Olé para presentar a su nueva vocalista en los 90, el que nos rompió el corazón con Enrique y Ana anunciando su ruptura profesional. El que puso a mujeres en minifalda en televisión cuando nadie se atrevía, y logró que Mayra Gómez Kemp fuese una mujer pionera al presentar un concurso. “De alguna manera me ha metido en la historia de Televisión Española, la primera mujer que presentó un concurso, un programa que todo aquel, aunque fuera pequeño en aquel momento, a día de hoy recuerda y cuyo última entrega fue vista por 24 millones de espectadores”, recuerda Mayra.
Por sus números musicales, por sus humoristas (Fedra Lorente como la Bombi, Bigote Arrocet y su "piticlín, piticlín", las Hurtado convertidas en temibles y adoradas Tacañonas, Ángel Garó diciendo "uh" y así hsta el infinito), por su increíble merchandising y muchas razones más, el Un, dos, tres es el mayor programa que se ha hecho jamás en la historia de la television, a lo largo de sus diferentes etapas.
¿El programa más homenajeado de la televisión?
Y la mejor prueba de ello es que ningún otro formato ha recibido tantos homenajes como este hijo del que hicieron avergonzarse a Chicho en un primer momento. Solo hay que hacer un repaso a algunos programas que se han centrado en rememorar su éxito.
En Sálvame vimos a Belén Esteban y Terelu convertidas en azafatas del programa y a Juan el Golosina en la mascota, la calabaza Ruperta. Toñi Moreno se convirtió en Mayra y Mayra en concursante en una entrega de aquel magacín de tarde T con T, y también se ha homenajeado en El Hormiguero, ¡Qué tiempo tan feliz! o hace pocas semanas, El concurso del año.
Si uno lo piensa, ningún otro gran concurso (ni serie, casi) es tan reivindicado año a año, en cualquier cadena, en cualquier formato. Ni Espinete con Barrio Sésamo, ni los Chiripitifláuticos, ni Reina por un día, ni el Precio Justo. Tampoco El gran juego de la oca, ni el ¿Qué apostamos?. Por algo será. Y hasta aquí puedo leer.