En Movistar y Bambú Producciones esperan hoy impactantes al inicio de la fase final del juicio al hispano-estadounidense, Pablo Ibar, en la que el jurado decidirá si recomienda la pena de muerte o la cadena perpetua para el hispano-estadounidense acusado de tres asesinatos.
A partir de hoy, la Fiscalía y la Defensa podrán presentar argumentos y testigos a favor y en contra, respectivamente, de que Ibar sea condenado a la pena a muerte, y el jurado tendrá hasta el 22 de mayo para comunicar su recomendación al juez.
De repente borraron un vídeo determinante y lo borran la noche anterior. ¿Por qué lo hacen?
Será entonces cuando cadena y productora cerrarán su miniserie En el corredor de la muerte, basada en el libro homónimo de Nacho Carretero (Fariña), con la que esperan mostrar a todo el mundo la verdad sobre el caso de Pablo y los espectadores puedan sacar sus propias conclusiones sobre la sentencia.
Y es que, condenado a la pena de muerte en el año 2000, la Corte Suprema de Florida anuló en 2016 la condena a Ibar por considerar que las pruebas contra él eran escasas y débiles y ordenó celebrar un nuevo juicio, el cuarto de este caso.
“Cuando lees el guión te das cuenta de las incongruencias que ha habido en el caso. De repente borran un vídeo determinante y lo borran la noche anterior. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué después de tantos años aparece ADN suyo? Hay muchas cosas que me parecen relevantes y que se cuentan en esta serie”, explica a BLUPER, Miguel Ángel Silvestre, quién dará vida a Ibar en la miniserie.
“Arranqué creyendo firmemente en su inocencia y, cuanto más conocía la historia, eso ha ido creciendo. Siempre he tenido la sensación de que estamos contando la verdad de Pablo. Algo en lo que creemos todos los que hemos hecho este proyecto. Para mí era importante creer en la inocencia de Pablo como para poder decir que quería contar esta historia”.
En este sentido, Silvestre cuenta que “una forense facial contactó con Nacho Carretero que le decía que todo el mundo habla de las diferencias de la cara frontal y el asesino, pero nadie habla de una imagen que es más determinante: las orejas”.
Mimetizado con su acento
En cuanto a la presión de meterse en la piel de un personaje que está vivo, Silvestre confiesa que “no he sentido esa presión. Están las limitaciones de uno, pero he intentado poner todo de mi parte. Lo he hecho lo mejor que he podido”.
De ahí que incluso se ha llevado el acento de Pablo allá a donde iba. De hecho, según cuenta el productor Ramón Campos, hubo un día que comiendo con el actor en un restaurante, una señora que le pidió una foto dudó si realmente era Silvestre.
Pensé hablar con la familia, pero entendí que estaban viviendo una gran pesadilla
“Para estar libre y adaptarte a todo lo que me pedía Carlos (Marqués Marcet), para mí era importante que el acento no fuera un problema. Era un paso para meterme mejor en el personaje. Quería estar libre en ese sentido, de no tener que pensar cómo se dicen las cosas. No obstante, he tenido un coach. Me daba seguridad”.
También ha intentado contactar no sólo con Ibar, sino con su familia. Sin embargo fue algo que terminó descartando. “Quise conocerle a él. Pero estaba en prisión preventiva y sólo podía hablar con el abogado. Entonces pensé hablar con la familia, pero también entendí que estaban viviendo una gran pesadilla y no era buena idea. ¿Qué le iba a preguntar a su padre en un momento tan clave de su vida? Consideré que había suficiente material en internet. Hubo mucho trabajo de investigación. Ojalá su padre piense que estamos contando la verdadera historia de su hijo”.
Y, ¿tiene esperanza en un final feliz? “Todavía queda por delante, pero quiero pensar que queda esperanza. El otro día hablé con Joaquín José, que es el único europeo que ha salido del corredor de la muerte, y me decía: tardará un poco más, pero confío en que saldrá".
Para entonces espera poder conocerle. “Pero un poco más adelante. Quizá cuando llegue un momento de esperanza en su vida”.