Hace ahora una semana, después de que el presidente del Gobierno y candidato del PSOE a las Elecciones Generales, Pedro Sánchez, rechazara el debate electoral a cuatro partidos propuesto por RTVE, desde estas mismas páginas criticamos la oportunidad perdida de la Corporación para demostrar su verdadera independencia.
“Dado que una gran mayoría de los profesionales de RTVE lamentan la decisión de Sánchez, ¿no hubiera sido ésta una gran oportunidad para que la Corporación hubiera demostrado su verdadera independencia criticando públicamente la decisión de Sánchez de marginar así a la televisión de todos?”, escribíamos.
Poco podíamos adivinar entonces que sólo unas horas después la Administradora Única de la Corporación, Rosa María Mateo, aquella que gritó en el Congreso de los Diputados que nadie le va a dar órdenes porque era independiente, iba a provocar una de las mayores crisis de credibilidad e independencia de la televisión pública.
Todo se precipitó después de que la decisión de la Junta Electoral de impedir la participación de VOX en el debate de Atresmedia llevara a Pedro Sánchez a finalmente decantarse por participar en el debate de La 1.
A media mañana, BLUPER publicaba que a petición del Gobierno, Mateo había decidido que el único debate electoral que tuviera lugar entre los candidatos del PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos se celebrara el martes 23 de abril, la fecha elegida por Atresmedia. De esta forma, la privada se vería obligada a cancelar su debate.
Esto hizo estallar al resto de candidatos que denunciaron que "RTVE no puede ser el instrumento partidista de ningún Gobierno. Nos invitó a 4 candidatos el 22. 3 aceptamos ir ese día y ahora, tras una llamada de Moncloa, RTVE pretende cambiar el debate al 23 porque Sánchez no quiere 2 debates. Rosa María Mateos debe rectificar".
Duras críticas contra la dirección
Y he aquí donde entraron los profesionales de RTVE. Los profesionales de la radiotelevisión pública dijeron basta y se plantaron frente a la dirección.”Quiero expresar mi más absoluto desacuerdo con la decisión de la Presidenta de RTVE de modificar la fecha fijada para el debate a 4 y pasarlo al día previsto por una cadena privada, poniendo así en entredicho la imagen de independencia de RTVE por la que tanto hemos peleado”, decía Xabier Fortes.
“¡Basta ya! Me siento profundamente decepcionado con Rosa María Mateo. Es indignante. ¡Hay que ser firmes en la defensa de la independencia de RTVE!”, escribía el periodista Gabriel López.
El hartazgo de la plantilla fue tal que, a última hora del jueves, los trabajadores decidieron que ese viernes era hora de volver a negro. “Nos vestimos antes de negro pidiendo el consenso de todos los partidos para que nunca RTVE estuviese al servicio del gobierno y mañana, contra la decisión de Rosa Maria Mateo de poner RTVE al servicio del gobierno. Soy independiente y lo defiendo contra el que sea. #ViernesNegro”.
Al final no hizo falta. Sánchez reculó y el viernes aceptó debatir el lunes 22 en RTVE y el martes 23 de abril en Atresmedia. Se cerraba así una crisis de imagen para la radiotelevisión pública que, no obstante, ha servido para que aquellos que cuestionan la independencia de los profesionales de RTVE, ahora tengan que callar.
Ahora sólo falta que RTVE salga urgentemente de esta situación de incertidumbre en la que está metida debido a la chapuza del concurso público para elegir a su presidente y sus consejeros. La Corporación necesita un equipo que pueda trabajar sin las habituales injerencias políticas.