Mi extraña adicción era un programa que se ha emitido en cadenas como el desaparecido Xplora o BeMad en el que se recogía el testimonio de personas con adicciones particulares. Había quien comía piedras, pintauñas o las cenizas de su propio esposo. Otros eran adictos a hacer ciclismo, incluso mientras estaban trabajando, y también los había con la extraña adicción de vestirse de bebé, o salir con su propio coche, al que trataban como si fuese su pareja.
En España, de momento, no se ha emitido ninguna versión autóctona de este formato foráneo, pero sería muy interesante. Y una persona muy popular, como Leticia Sabater, podría protagonizar el capítulo piloto.
Adicta a las operaciones
Leticia Sabater es adicta a la fama, pero a una fama sana y divertida, en la que reclama el caso de todos sacando temas indescriptibles como El Pepinazo o La Salchipapa, o yendo a Sábado Deluxe a contar cualquier excentricidad.
En los últimos tiempos, Leticia siempre que visitaba el plató de Telecinco era para decir que se había operado de algo, o que se lo iba a operar. El ojo que tenía caído, el himen, labios… cualquier cosa valía.
Lo último que se va a retocar lo supimos esta semana: una intervención de unos 15.000 euros que le hará parecerse a la reina del pop. “Se te quedan marcados los abdominales, un cuerpo bastante parecido al de Madonna” ha dicho la presentadora.
Tanto pasar por el quirófano, que al final, ya hay medios como Semana que catalogan a Leticia Sabater como adicta al bisturí. Pero no solo eso: es que su nueva locura, eso de parecerse a Madonna, está sacado literamente de Mi extraña adicción.
La drag queen que gastó una fortuna en parecerse a Madonna
Adam Guerra es un estadounidense más conocido por su nombre artístico, Venus D’Lite, con el que participó en la tercera temporada de Rupaul’s Drag Race. No obstante, no tuvo mucha suerte, y fue la primera expulsada de la edición.
Adam es un gran admirador de Madonna, tanto, que como Venus es una de sus más conocidas imitadoras. La cosa es que estaba tan obsesionado con ella que se había gastado más de 175.000 dólares para parecerse más a la de 'Like a virgin' o 'Vogue', tanto en cirugías como vestuario o entrenadores personales.
Su historia quedó reflejada en un episodio de 2015 de Mi extraña adicción, y le vimos, entre otras cosas, haciendo coreografías con la ayuda de un exbailarín de Madonna, Carlton Wilborn, al que había contratado para parecerse más a ella. Porque su extraña adicción era ser Madonna, aunque defendiese que lo hacía por trabajo.
Aquella entrega terminó con el novio de Adam diciéndole que quería ser pareja de un hombre, no de una señora de 50 años, y el propio Adam, convertido en Venus emulando a Madonna, llorando desconsolado frente al espejo. Al final, logró quitarse su peluca inspirada en el look de 'Hang Up' y aprendió a amarse a sí mismo.
¿Veremos algún día a Leticia incorporando algún tema de Madonna a su repertorio? ¿Volverá a hacerse retoques? ¿O descubriremos en el futuro alguna nueva extraña adicción de la Sabater? Hagan sus apuestas.