Casi cada año, Sálvame cuela alguno de sus colaboradores o personajes más destacados en Supervivientes (o el reality que corresponda). Algunos como Rosa Benito, Mila Ximénez, Raquel Bollo o Belén Esteban ya han vivido esa experiencia (algunas, con mucho éxito), y otros, como Chelo García Cortés, se han quedado edición tras edición a las puertas.
Según la revista ¡QMD!, Chelo es concursante confirmada para el presente 2019. “La periodista todavía no se ha pronunciado y no hemos podido escuchar de su boca cómo se siente ante esta noticia, pero debe de estar feliz de llegar a firmar un contrato que cada temporada se le escapaba de las manos” apunta la publicación.
Sin embargo, cuesta creerse la noticia, ya que raro es el año en el que no ha salido ese mismo titular. Repasamos cronológicamente ómo ha sido la relación de Chelo con Supervivientes.
2014: El año de las vacunas y la foto oficial
Todo comenzó hace ahora cinco años. Chelo llegó a ponerse las vacunas y a tener foto oficial de concursante. Muchos pensaron que todo había sido un bulo, o incluso, que Chelo se lo había inventado, y por ello Sálvame llegó a ofrecer las imágenes de la periodista con la camiseta del concurso. “Te digo que se lo han perdido” dijo entonces, dando a entender que fue la organización la que descartó su participación.
Chelo habría entrado en una segunda hornada de concursantes, aunque al final los elegidos fueron Rebeca y Amador Mohedano. “Que quede claro, a mí me gusta ir a los sitios desde el principio. ¿Cómo voy a ir ahora? ¿Cuándo voy a ir? ¿Cuando el programa termine? No. Yo hace quince días que me puse todas las vacunas. Como ya ha ido Amador, yo creo que me quedo para la siguiente edición” dijo en Sálvame. Al parecer, pedía 20.000 euros semanales por participar.
2015: Una más en las quinielas
Esa siguiente edición de la que Chelo hablaba en 2014 llegó, y su nombre sonó en las quinielas. Pero también el de otros famosos que jamás viajaron a Honduras, como Alyson Rae Eckman (que finalmente fue a GH VIP), o Nicole 'Luli' Moreno, la archienemiga de Oriana Marzoli. En Sálvame, Garcia Cortés y Karmele Marchante participaron en un circuito con pruebas muy duras, a modo de entrenamiento, pero se quedó en tierra.
2016: El año de Mila Ximénez
“Mi gran deseo, mi gran ilusión, es Supervivientes” decía Chelo a finales de 2015 a los compañeros de Fórmula TV sobre la posibilidad de verla en Gran Hermano VIP. Admitía que no le gusta estar encerrada y se postulaba para viajar a Honduras. “En la isla es otra cosa tengo el mar, tengo un árbol...” explicaba, postulándose un año más para saltar desde el helicóptero. Pero en aquella edición fue Mila la que hizo de abanderada de Sálvame, y llegó hasta la final.
2017: “Ya me toca”
En enero de 2017, mientras se preparaba la próxima edición del concurso, Jorge Javier Vázquez le lanzó una pregunta directa a la periodista: “Chelo, ¿estarías dispuesta a ir a Supervivientes?”. “¡Hombre! Llevo dos años esperando, ya me toca...”, respondía ella, insinuando que llevaba ya un par de ediciones intentando que Bulldog TV le dé luz verde para concursar en el reality show.
Fue el año en el que vimos participar a Gloria Camila, Bigote Arrocet o Alba Carrillo, quien tuvo un gran amago de abandonar el concurso. Durante esa crisis, Jorge volvió a preguntarle a Chelo si se animaría a sustituir a la modelo. “Sí”, decía de manera decidida y rotunda Chelo.
2018: “Este año, mejor no ir”
En 2018, el nombre de Chelo volvió a sonar fuerte, pero finalmente se quedó en tierra. A modo de guasa, en Sálvame crearon una palapa situada en mitad del plató, y en ella sentaron en cierta ocasión a Chelo para comentar lo que pasaba en Supervivientes.
“Este año era mejor no ir. Pero no lo voy a explicar, porque cada vez que explico algo me dan un zasca donde no me lo tienen que dar”, dijo Chelo en el programa, dejando de nuevo abierta la posibilidad de concursar “si es que puedo andar cuando yo vaya”. “Si hay una baja en Supervivientes llevaros a Chelito, que le viene muy bien”, pedía Carlota Corredera, aunque García Cortés le aclaraba que no podría viajar porque ya no tiene en vigencia las vacunas.